300 Personas claman contra una N-I que une "con sangre" Burgos y Miranda
Los bomberos del Parque de Burgos, compañeros de José Ramón López, la última víctima mortal que se ha cobrado la[…]
Los bomberos del Parque de Burgos, compañeros de José Ramón López, la última víctima mortal que se ha cobrado la carretera N-I entre Burgos y Miranda de Ebro, se han sumado a la protesta convocada por la Plataforma Vecinal de Afectados para exigir la liberalización inmediata de la autopista AP-1.
Unas trescientas personas se han concentrado a las cinco de esta tarde en Quintanapalla (Burgos), en el punto kilométrico en el que José Ramón López perdió la vida el pasado 30 de septiembre en un accidente de tráfico.
La motocicleta que conducía colisionó contra un camión y el bombero del Parque de Burgos se convirtió así en la sexta víctima mortal de la N-I en Burgos en lo que va de año.
Por ese motivo, su compañero Rafael Sedano ha sido el encargado de leer un manifiesto a favor de la liberalización inmediata del peaje de la AP-1 entre Burgos y Miranda de Ebro, para utilizar esta vía que es más segura.
Sedano ha recordado que ambas localidades se unen frecuentemente "con un charco de sangre y asfalto fundido", a través de la N-I, vía obsoleta pero única alternativa gratuita a la autopista.
A lo largo de sus ochenta kilómetros, se "podría cincelar en cada uno de sus hitos kilométricos el nombre de un fallecido", y aún así quedarían ochenta nombres que asignar a otros tantos puntos negros.
Para los Bomberos de Burgos, la Nacional es un "macabro escenario habitual", ya que son innumerables las ocasiones en las que tienen que actuar para excarcelar a heridos y fallecidos.
Además, Sedano ha recordado que José Ramón López es el último de una lista de compañeros que han perdido la vida en la N-I, compuesta por Félix, Agripino, Santiago y Elías.
"Todos ellos han perdido sus sueños en esta maldita N-I", único tramo entre Madrid e Irún que no está desdoblado, único tramo que cuenta con una obsoleta carretera nacional y una autopista de peaje.
Los bomberos de Burgos han insistido en que la obligación de los políticos es hacer la vida de los ciudadanos "más confortable, fácil y segura", y la N-I no reúne estas características.
Por ese motivo, el Parque de Burgos se suma a la Plataforma de Vecinos Afectados "en su más que razonable petición", para exigir al Gobierno central que liberalice de manera inmediata la AP-1.
La concesión de la autopista finalizará el noviembre de 2018, sin embargo la plataforma demanda bonificaciones totales para facilitar la derivación del tráfico pesado de la nacional a la autopista.
Recuerdan que la mitad de los 10.000 vehículos que circulan a diario por la N-I son camiones, y la mayor parte de los accidentes mortales les tienen a ellos como protagonistas.
Igualmente, la plataforma exige que se proyecten las obras que sean necesarias para adaptar la autopista a su nueva condición de autovía, construyendo un tercer carril y abriendo nuevos accesos.
Los vecinos han insistido en que la N-I no solo está saturada, sino que también presenta "deficiencias", con un trazado obsoleto, señalización inadecuada y visibilidad deficiente.
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