Mini Clubman Cooper D automático: el kart de los papás

Mini siempre hace gala de que sus productos son los que más acercan al conductor la experiencia de ir a[…]

Mini siempre hace gala de que sus
productos son los que más acercan al conductor la experiencia de ir
a los mandos de un kart, un hecho cierto en todos los MINI probados
hasta la fecha, pero asaltaba la duda con la aparición del nuevo
Clubman, un modelo con proporciones de bastidor muy distintas que,
al final, no han alterado ese peculiar carácter.

La posición baja de los asientos, una distancia entre ejes
amplia, un peso contenido y motores que mueven con agilidad las
carrocerías son la marca de la casa.

El problema, si se puede considerar así, es que hasta no hace
mucho estos "kart" estaban más enfocados a ocupar un espacio como
segundo coche y los clientes que los adquirían no podían ver en
ellos la solución completa y perfecta a sus necesidades de movilidad
si el deseo era utilizarlos como único vehículo.

Con el Mini 5 puertas, el Countryman o con el Clubman,
protagonista de esta prueba, ya no hay impedimentos para convertir
al Mini en el único coche de una familia, y especialmente este
último.

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En el caso del Clubman, varios atributos le hace más funcional
que sus otros dos hermanos: la amplitud de las plazas traseras, la
capacidad de carga y apertura con doble hoja del maletero.

Este último rasgo le ha llevado a ser definido como el primer
Mini de la historia con seis puertas: cuatro para los pasajeros y
dos para el equipaje.

Ya que hablamos de ese elemento diferenciador, originalmente
denominadas "Split Doors", es de destacar que en la unidad probada
las puertas se abren de forma automática apretando un botoncito
insertado en el tirador.

Las dos puertas no se abren a la vez. Cada una tiene su tirador y
hay que empezar por la que está más a la derecha.

La ventaja de este sistema es que una vez que se ha colocado una
de las dos mitades del maletero se puede cerrar la puerta
correspondiente sin que nada se caiga.

Lo mismo sucede cuando se quiere sacar algo sin que se vea el
resto del contenido del maletero, que ofrece un espacio de 360
litros, ampliable hasta los 1.250 litros con los asientos traseros
abatidos (en una relación 40:20:40).

Su forma es más alargada que profunda. Es aprovechable pero no es
muy grande para el equipaje de cinco personas. Cuenta con doble
fondo y no hay rueda de repuesto (cuesta opcionalmente 100 euros)
porque se ha sustituido por un kit reparapinchazos. La llanta
montada en esta versión es de 18 pulgadas y va ligada a un neumático
antipinchazos de tecnología run flat.

El MINI Clubman no solo llama la atención en la zaga por el
sistema de apertura del maletero, también por unas amplias luces
traseras y que, junto a los tiradores de las puertas, le dan una
imagen distinta al resto de la gama MINI y muy desenfadada.

De la antena con forma de tiburón hay que decir que cuenta con
una luz que parpadea sincronizada con el testigo luminoso de la
alarma, El ingenioso sistema ayuda a la localización del coche en un
aparcamiento, por ejemplo.

También en el apartado lumínico hay que subrayar que, delante, la
diurna de conducción va integrada en el faro y tiene forma de
herradura.

Con esta disposición el coche parece más ancho, a lo que también
contribuye una amplia parrilla, que en la parte baja llega hasta los
antinieblas, que pueden llevar luz de tecnología LED.

En la vista lateral, es notorio que estamos ante un MINI más
alargado que el 5 puertas, al que supera en 27 centímetros de
longitud y en 9 centímetros de anchura (hasta los 1,80 metros).

La línea de los hombros es alta y aporta una mayor robustez al
vehículo, que también goza de una amplia zona acristalada. No porque
las ventanas sean muy grandes, sino porque se mire por donde se mire
hay cristal, que está separado por finos montantes en color oscuro
que dan una clara continuidad a los vidrios.

Los pasos de las ruedas rematados en negro dan al Clubman un
toque de fortaleza, más agresivo.

En el interior, la calidad y la deportividad son lo primero que
se aprecia en este familiar. Todo queda a mano, aunque primero hay
que dedicarle unos segundos al salpicadero para saber qué función
queremos activar. El guiño al mundo aeronáutico, en forma de
palancas, es lo que hace necesario ese aprendizaje.

En comparación con la primera generación se han hecho algunas
modificaciones. La primera es que el cuentakilómetros ha variado su
posición. Ahora está ubicado en el cuadro de relojes situado delante
del conductor.

En su anterior disposición se ha montado una pantalla de 8,8
pulgadas desde la que se accede al teléfono, la radio, el navegador
o a la conectividad (lleva de serie una tarjeta SIM). La iluminación
de la TFT cambia de color como si de una antigua máquina de música
americana Juke-box se tratara por un anillo de LED interactivo que
la rodea.

Se maneja desde una rueda (Mini controller) que está ubicada al
lado de la palanca de cambios, con lo que el conductor no tiene que
retirar la vista de la carretera. Con ese fin también comercializa
el fabricante el head-up display, una pantalla a la altura de los
ojos del conductor en la que éste puede consultar la velocidad, el
navegador o las señales de tráfico.

Otro cambio significativo es el de los elevalunas eléctricos, que
se han pasado del salpicadero a las puertas.

Estas variaciones no restan originalidad a un vehículo que
pretende ser una clara alternativa a los monovolumenes compactos
clásicos.

En sus 4,25 metros pueden viajar cinco personas, aunque cuatro
irán más cómodas ya que el asiento trasero del centro no es del
mismo tamaño que los de los laterales. Además, la salida de aire del
túnel central resta espacio para las piernas.

El interior está bien aislado y el diésel 2.0 TwinPower Turbo de
150 CV no se siente en el interior. Es un cuatro cilindros que se
sitúa en el medio de la gama diésel del Clubman.

Por debajo está un One D equipado con un motor tricilíndrico de
de 116 CV y por encima un Cooper SD de 190 CV y cuatro cilindros.

Este propulsor de 150 CV hace del Clubman un coche ágil y rápido.
Responde bien desde la parte baja del cuenta revoluciones (tarda 8,5
segundos en el 0 a 100 km/h) lo que le aporta linealidad a la
entrega de la potencia, que sobra para las necesidades de la mayoría
de los usuarios, que, de forma general, demanda un coche ágil con
todo el pasaje y el equipaje completo.

De fábrica, este motor viene acompañado de una caja de cambios
manual de seis velocidades. En la unidad probada ha sido sustituida
por la automática Steptronic de ocho relaciones (exclusiva para los
cuatro cilindros y que se monta por primera vez en MINI)

Es la combinación perfecta para lograr una conducción confortable
en cualquier situación y escenario, especialmente el urbano, en el
que la utilización del cambio puede llegar a ser una pesadilla.

La dirección, de asistencia eléctrica, es de funcionamiento
rápido, semejante a la utilizada en el resto de los modelos, hasta
el punto de que adolece de lo mismo, de una escasa información al
conductor sobre la real posición de las ruedas, en determinadas
situaciones.

Esto se da especialmente en curva, en donde, por cierto, la
suspensión del Clubman no es tan rígida como la del MINI de tres
puertas y está más enfocada a buscar la comodidad del pasaje. Esto
no significa que no se pueda ir rápido en zonas reviradas. Se puede
porque el coche transmite aplomo y va cargado de tecnología para
ello.

Una buena puesta a punto del chasis y la rigidez del bastidor
invitan a hacer kilómetros sin huir de las zonas de curvas. El
incremento de cotas no le resta agilidad y compensa el estirón que
ha dado en longitud.

En la sensación de aplomo recibida tiene una importancia
transcendental el diseño de la suspensión realizado por MINI. El eje
delantero es de articulación única y montantes telescópicos,
mientras que el trasero es multilink. Ambos, unidos al ancho de vía,
hacen que el Clubman se conduzca como si fuera entre raíles.

Si en curvas mantiene el tipo y los estándares dinámico de la
marca, en línea recta, la mayor anchura de vías y de la distancia
entre ejes, hacen un excelente trabajo, de modo que marca
diferencias en confort sobre el resto de la gama de esta marca del
grupo BMW.

De serie, todas las versiones llevan varios "ángeles"
tecnológicos para mantener el coche en el asfalto y entre los que
destacan el control dinámico de estabilidad (DSC), el sistema de
control dinámico de tracción (DTC) y el bloqueo electrónico del
diferencial (EDLC).

El Clubman Cooper D, además, cuenta con otra innovación para
realzar distintas personalidades, la denominada Mini Driving Modes,
que se maneja a través de un botón giratorio situado en la base de
la palanca de cambios y permite elegir entre los modos de conducción
MID, SPORT y GREEN.

Cada vez que se cambia entre los tres modos se modifican la curva
de aceleración, la dirección y la velocidad de los cambios de
marchas.

El modo GREEN, en combinación con la caja de cambios Steptronic,
permite que se desacople el propulsor, por ejemplo cuando se deja de
acelerar, para ahorrar combustible y conducir en la modalidad
denominada "a vela".

Para reducir el paso por el surtidor el vehículo también equipa
el sistema de parada y arranque automático del motor (Star & Stop)
dentro del compendio de medidas Minimalism, equivalente a las
EfficientDynamics de BMW.

El modo de conducción MID es el que lleva por defecto cuando se
arranca. Sin llegar a la deportividad del Sport, nos encontramos con
un coche que anda bien y es buen rutero.

La marca le ha homologado un consumo mixto de 4,4 litros que son
fácilmente superables en conducción deportiva.

En definitiva, MINI ha hecho del Clubman la versión más apropiada
para las familias que quieren un cuatro puertas de gama alta y con
un toque deportivo.

El precio a desembolsar por la unidad probada le hace más
exclusivo, ya que parte de algo más de 28.000 euros. Esta factura se
puede incrementar notablemente con los numerosos extras que ofrece
MINI para hacer único a cada vehículo.

El modelo analizado por Efe monta opcionales que sitúan el
desembolso en los 36.000 euros.

Modelos iguales que él en la competencia no hay, ya que nadie
apuesta por el maletero de doble hoja.

Lo más parecido por tamaño, concepto de familiar y potencia entre
las marcas premium son el Audi A3 Sportback, el BMW Serie 2 Active
Tourer y el Mercedes-Benz B 200d.

FICHA TÉCNICA

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Longitud 4,253 m.

Anchura 1,800 m.

Altura 1,441 m.

Distancia entre ejes 2,670 m.

Vía delantera 1,564 m.

Vía trasera 1,565 m.

Peso 1.435 kg

Capacidad depósito 48 l.

Capacidad maletero 360 l.

Coeficiente aerodinámico 0,31 Cx

Posición motor Delantero transversal

Alimentación Inyección directa por

conducto común. Turbo.

Intercooler. Geometría

variable

Cilindros Cuatro cilindros en línea

Cilindrada 1.995 c.c.

Potencia máxima 150 CV a 4.000 rpm

Par máximo 330 Nm entre 1.750-2.750 rpm

Transmisión Automática de 8 velocidades

Velocidad máxima 212 km/h

Aceleración 0-100 8,5 seg.

Consumo medio 4,4 l.

Emisiones CO2 115 gr/km

Impuesto de Matriculación Exento

Dirección Eléctrica

Diámetro de giro 11,8 metros

Frenos delanteros Discos ventilados

Frenos traseros Discos sólidos

Suspensión delantera Tipo McPherson/Resorte

helicoidal

Suspensión trasera Paralelogramo

deformable/Resorte helicoidal

Tracción Delantera

Neumáticos 205/55 R 16

Equipamiento de serie ABS DSC DTC ELDC

Precio 28.400 euros

RESTO DE GAMA

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Versión Cilindrada Potencia PVP

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Gasolina

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Clubman One 1.499 c.c. 102 CV 23.800

Clubman One automático 1.499 c.c. 102 CV 25.600

Clubman Cooper 1.499 c.c. 136 CV 26.200

Clubman Cooper automático 1.499 c.c. 136 CV 28.000

Clubman Cooper S 1.598 c.c. 192 CV 29.950

Clubman Cooper S automático 1.598 c.c. 192 CV 32.000

Diésel

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Mini Clubman One D 1.496 c.c. 116 CV 24.800

Mini Clubman One D automático 1.496 c.c. 116 CV 26.600

Mini Clubman Cooper D 1.995 c.c. 150 CV 28.400

Mini Clubman Cooper D automático 1.995 c.c. 150 CV 30.351

Mini Clubman Cooper SD 1.995 c.c. 190 CV 31.900

Mini Clubman Cooper SD automático 1.995 c.c. 190 CV 34.000

COMPETENCIA DIRECTA

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Modelo Cilindrada Potencia PVP

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Audi A3 Sportback 2.0 TDI S tronic 1.968 c.c. 150 CV 30.420

BMW Serie 2 Active Tourer 218d AT 1.995 c.c. 150 CV 33.223

Mercedes-Benz Clase B 200d 7G-DCT 2.143 c.c. 136 CV 37.025

EFE

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