Una banca muy cercana
Recuerdo que un año después del comienzo de la crisis, cuando algunos iluminados eran capaces de decir que "lo peor ya ha pasado", los expertos se lanzaron a analizar las primeras lecciones de este tsunami financiero.
Recuerdo que un año después del comienzo de la crisis, cuando algunos iluminados eran capaces de decir que "lo peor ya ha pasado", los expertos se lanzaron a analizar las primeras lecciones de este tsunami financiero. Y la primera conclusión a la que llegaron era que, después del enorme daño causado a sus clientes, la banca tenía que reinventarse, estaba obligada a convertir sus sucursales en templos de confianza, de cercanía, de complicidad. Era la única vía para reconducir las deterioradas relaciones con sus clientes.Y lo cierto es que tres años después, la banca española, en concreto, ha conseguido con creces ese objetivo. No hay una banca más cercana en el mundo que la nuestra. Y aquí van unos ejemplos.
-Una banca tan cercana ya no engatusa a sus clientes para que contraten productos lejanos, como los bonos estructurados asegurados por Lehman Brothers, los bonos islandeses o productos similares a los que llevaban el sello de Bernard Madoff. Una banca cercana tiene que apostar por lo suyo, por lo propio y qué mejor que colocar masivamente sus participaciones preferentes, sus pagarés, su deuda subordinada o, en el caso de Bankia, acciones bursátiles entre los clientes que buscaban depósitos.
-Una banca cercana está obligada a agilizar los trámites de sus clientes. Por eso, no ve necesario perder tiempo en poner en práctica la Mifid, el instrumento que se creó para defender a los inversores, por que informa de los productos de alto riesgo y exige el consentimiento firmado del cliente antes de invertir. ¡Qué tontería! En una banca cercana y de confianza los contratos ya están completados de antemano y se firman sin leerlos.
-Una banca tan cercana no necesita dar explicaciones sobre cómo se ha originado este agujero negro en el sistema financiero español y quiénes son los responsables, para depurar responsabilidades. Como es una banca tan cercana, como si fuera familia nuestra, los contribuyentes tenemos que poner los miles de millones de euros sin ser informados de nada. Por no saber, no sabemos ni las condiciones en las que ha llegado a Bankia su nuevo equipo gestor puesto a dedo por el Gobierno. Unos gestores que, no olvidemos, disfrutaban de una multimillonaria prejubilación a costa del BBVA y ahora se han asegurado el éxito de su gestión con el colchón que le han pedido al Gobierno. Y seguro que, si se marchan, aunque lo hagan de pena (algo prácticamente imposible con los 19.000 millones de marras), se llevarán también algún premio como el director financiero de Bancaja.
- Una banca tan cercana... (seguro que ustedes tienen más ejemplos que contar de la cercanía y complicidad de nuestra banca con sus clientes). ¿No es maravilloso contar con una banca así?