Govern nombra a Eduard Vilà nuevo director de la Agencia Tributaria

El Govern ha nombrado hoy a Eduard Vilà nuevo director de la Agencia Tributària de Catalunya (ATC), tras la renuncia el pasado 12 de septiembre de Teresa Ribas como responsable de este organismo y una semana después de que Olga Tomàs, la persona propuesta para sustituirla, también renunciase por los recelos de la CUP.

Vilà ocupaba hasta hoy el cargo de adjunto a la dirección de la ATC y entró a formar parte de la Generalitat en 1992, al ingresar en la delegación de Barcelona de la dirección general de tributos.

En el seno de la ATC, ha ejercido como jefe de la inspección de servicios y también como jefe del servicio de gestión tributaria.

Nacido en Barcelona en 1965, Vilà es funcionario del cuerpo superior de la administración de la Generalitat y funcionario del cuerpo superior de inspección y técnica tributaria, y ha desarrollado su carrera profesional en el área tributaria.

Con el nombramiento de este nuevo director, el Govern trata de cerrar así la crisis abierta en la cúpula de la ATC.

El pasado 19 de diciembre Olga Tomàs, la persona propuesta por el departamento de Economía para sustituir a Teresa Ribas como directora de la Agencia Tributaria de Cataluña, dio marcha atrás y renunció a dirigir el organismo.

La CUP relacionó a Tomàs con la trama de las ITV, y luego trascendió que Tomàs está imputada por prevaricación y malversación en una derivada del caso ITV por contratar presuntamente a dedo a un dirigente de CDC cuando era directora de Servicios del Departamento de Empresa.

Asimismo, el pasado 14 de septiembre, durante la comparecencia del secretario de Hacienda del Govern, Lluís Salvadó, ante el Parlament, la diputada de la CUP en el Parlament Eulàlia Reguant pidió a Salvadó que la designación de la dirección de la ATC fuera "transparente" y "pública".

Por otra parte, Teresa Ribas, que llevaba dos años y medio al frente de la ATC, dejará la dirección de la ATC a finales de este mes para incorporarse como gerente del Instituto Municipal de Hacienda.

La ATC afronta el reto de liderar una fase de expansión que la debe llevar a aumentar su número de sedes de 4 a 19, a asumir de manera directa las competencias propias en materia de recaudación ejecutiva o bien la gestión de la totalidad de los impuestos cedidos.

La ATC es una de las denominadas 'estructuras de Estado' que impulsa el gobierno catalán, que prevé que este organismo pase de las 350 a las 800 personas a finales de 2017.

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