Los productos mágicos no existen

Siempre aparece alguien en el mercado dispuesto a dar mucho más que la media, que ofrece un producto mágico e[…]

Siempre aparece alguien en el mercado dispuesto a dar mucho más que la media, que ofrece un producto mágico e ideal, sobre todo, para quien no sabe dónde colocar su dinero y sólo piensa en la alta rentabilidad que ve en el anuncio... o que le recomienda un vecino. Pero en finanzas, como en medicina, no existen los productos mágicos.

Tenemos ahora en el mercado un producto financiero casi mágico. Vaya por delante que la entidad que lo lanza no es un chiringuito financiero ni un montaje con nada debajo. Ni mucho menos. Es todo un grupo empresarial diversificado en alimentación, turismo... Pero ofrece un producto financiero de mágica apariencia, con el reclamo de una alta rentabilidad anual, muy por encima a lo habitual en el mercado a ese mismo plazo.

Los bonos a un año que anuncia la Nueva Rumasa prometen un 8 por ciento anual. Comenzaron con dobles páginas de publicidad en prensa y ahora ocupan larguísimos anuncios en televisión... que terminan con advertencias que recuerdan a las de los medicamentos. El principal aviso al final del anuncio señala que, al no cotizar en mercado alguno y estar dirigidos a inversores cualificados (el mínimo invertido debe ser de 50.000 euros), estos bonos no deben estar registrados en la CNMV. Y eso es cierto. La propia CNMV ha avisado que quien compre esos bonos debe, sobre todo, analizar las cuentas de la empresa emisora, para asegurarse de su solvencia y de su capacidad de pagar el 8 por ciento prometido y de devolver el capital. Así que, ya saben: llamen a la nueva «abejita» y pidan los balances y cuentas de resultados, las previsiones de negocio, todos los análisis independientes sobre su actividad... Y si todo ello les convence, compren los bonos. Luego, si algo sale mal, ya les han advertido que no podrán reclamar a la CNMV, puesto que es un producto no registrado.

Si todo le va bien a la Nueva Rumasa, usted habrá ganado un 8 por ciento y recuperará su dinero dentro de un año (recuerde: no admiten menos de 50.000 euros por inversor). Si le pasa algo al grupo empresarial, mala suerte. Pero no se quejen, porque, como en los medicamentos, hasta los anuncios de estos bonos se lo están advirtiendo. No hay magia alguna.

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