La pérdida de los 8.500 activaría las alarmas en el Ibex

Otra cumbre europea más sin resultados que apunten a una salida efectiva de la crisis. Sí, es cierto, se logra la pretensión alemana de la firma del pacto fiscal, al final de 25 no de 27, y apenas un atisbo en forma de palabras para apoyar medidas que comiencen activar el crecimiento. Se sancionará a quien no cumpla el rigor fiscal, ¿igual que como se hizo con la propia Alemania o Francia cuando incumplieron a principios de la pasada década? Entonces, además, se contaba con condiciones económicas globales favorables. Veremos.

Sobre la mesa, la preocupación del empleo de la que España tiene el dudoso honor de ser el ejemplo en negativo, para que puedan dedicarse los sobrantes de los fondos estructurales no aplicados hasta el momento para buscar políticas de creación e incentivación del mismo. Van tarde y mal.

¿Cuánto tiempo hace que el empleo es la principal preocupación de los ciudadanos de a pie? Se trata de dinero ya existente, no fresco, que es lo que parecen pedir los mercados. La sensación de estar en el día de la marmota con las cumbres europeas se impone. Los mercados así lo acusaron pero por el trasfondo de la quita griega, que seguimos otro día más sin haber resuelto y, sobre todo, por el mayúsculo deterioro de la deuda portuguesa que alcanzó cifras record en sus intereses.

El contrapunto de que la subasta italiana fuera correcta mitigó de forma temporal los recortes, que posteriormente con los datos macro americanos se agudizaron y acabaron en la jornada europea con retrocesos. El mismo signo se mostraba en Wall Street. Sin embargo, al final de la sesión se dieron la vuelta y acabaron casi planos, principalmente por el apoyo de las compañías tecnológicas. Se sigue manejando la aparición de un nuevo estímulo cuantitativo en Estados Unidos por parte de la Fed.

Para la jornada de hoy, nuevamente las miradas siguen fijas en Grecia y Portugal y en los datos de confianza consumidora en Estados Unidos. Las aperturas en Europa tienen moderadamente al alza por la recuperación experimentada finalmente en el cierre americano y de momento están avaladas por la evolución del dólar que el mercado nocturno, que ha vuelto aproximarse a la zona de los 1,3200. La divisa americana sigue siendo la pauta que refleja el estado de ánimo de los inversores en renta variable.

El Dow Jones cerraba los 12.653,72 puntos, un imperceptible recorte del 0,05% y ello después de haberse aproximado en los mínimos de la sesión a los 12.500 puntos, llegando a perforar de forma testimonial las proyecciones tanto de la directriz clavicular superada recientemente como de la directriz ajustada acelerada. Como el cierre se ha mantenido por encima de estos niveles y dejando un patrón de cierto agotamiento, habrá que esperar a la jornada de hoy para ver cómo se mantiene el panorama en el más inmediato corto plazo en el índice americano.

De momento, sigue corrigiendo la sobrecompra que se acumulaba y los retrocesos desde los niveles de máximos no son para nada significativos, por lo que podemos estar en un proceso de consolidación más de consolidación temporal que no correctivo en el precio, al menos por ahora. La zona de resistencia la ajustamos a los máximos anuales las proximidades de los 12.850 puntos, que también coinciden prácticamente con los máximos del pasado ejercicio.

La superación de este nivel nos lanza a la proyección sobre los 13.000 puntos y nos mantendría con opciones de extender el mismo hasta el objetivo de los 13.500 puntos. Esta referencia es clave para mantener la ortodoxia sin debilidades del avance y sería conveniente que fuese realizado con un buen apoyo de volumen, aunque sin exagerar especialmente en los máximos para no encontrar pistas de una distribución. De momento, toca seguir vigilando las zonas de soporte. La primera está en torno a los 12.500-12.450 puntos, que son la referencia previa antes de ir a buscar la proyección de la directriz original de avance formada con los mínimos de octubre y de noviembre y que ahora se proyecta sobre los 12.150 puntos.

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Por debajo de este nivel aún quedaría la media móvil de 200 sesiones cuya pendiente se sigue positivizando de forma paulatina y que ahora situamos sobre los 11.975 puntos. Tendríamos síntomas de volver a quedar un escenario lateral se acabaran por perderse los 11.700 puntos, y cediendo los 11.500 puntos se encenderían las alertas por sesgarnos negativamente dentro del mismo y quedar solo la opción de soporte de los mínimos de noviembre, sobre los 11.230 puntos, como referencia antes de buscar la zona de bajos del lateral.

Esta zona de bajos del lateral la tenemos situada los 10.700-10.600 puntos, con la extensión hasta los mínimos del pasado año ligeramente por debajo de los 10.500 puntos que nos entrarían en un escenario bajista a medio plazo, que aunque presenta muy baja probabilidad de que ocurra en estos momentos, aún no podemos descartar. El peligro de una quita desordenada en Grecia y su impacto global sobre el sistema financiero podía provocar la entrada en este escenario, que entonces nos llevaría buscar un siguiente objetivo en la zona de los 9.800 puntos. La superación del nivel de los 13.000 puntos sí que prácticamente anularía estas opciones salvo con la aparición de un nuevo cisne negro.

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El Ibex 35 cerró en los 8.517 puntos, quedando de forma testimonial por encima de la proyección de la directriz ajustada de este momento actuado como soporte y que no ha perdido desde los mínimos del pasado mes de noviembre. No es una línea de tendencia muy fuerte, pero hasta el momento ha sido respetada. La confirmación de su pérdida nos activa la vigilancia del rango de soporte que tenemos comprendido entre los 8.230-8.130 puntos, que nos volvería a colocar en sesgo negativo dentro del rango lateral.

Volvería a las opciones de atacar el nivel psicológico de los 8.000 puntos, que tampoco podemos considerar como un soporte excesivamente fuerte y que es el último bastión antes de buscar la zona de bajos del rango lateral. La zona de bajos del rango lateral la tenemos ubicaba entre los 7.700-7.600 puntos, con la extensión a los mínimos del pasado año en torno los 7.500 puntos.

La pérdida este nivel nos llevo un escenario bajista medio plazo de que se activaría la ruptura a la baja del rango lateral de los últimos meses con una proyección, primero en los 7.200-7.000 puntos, y posteriormente al objetivo final en torno a los mínimos de 2009 en los 6.700 puntos.

De momento, este escenario sigue teniendo opciones y con el trasfondo de la situación de la quita griega y del sector bancario, con el elevado peso del mismo que tenemos en nuestro índice nos obliga a estar muy vigilantes con la ruptura de la zona de bajos.

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Para anularse, el primer paso sería superar la zona de resistencia del techo del canal lateral, para intentar su ruptura al alza. El techo está situado la zona de los 8.800 puntos y necesitamos que se cierre del hueco dejado hasta los 9.000 puntos para consolidar su ruptura.

Además, comienza a acercarse a ese nivel la proyección de la media móvil de 200 sesiones por lo que las opciones de encontrar resistencia son realmente importantes en esa zona. Si se activa esta ruptura al alza, el objetivo lo tenemos en los 9.800-10.000 puntos con una zona de resistencia intermedia que cobra especial importancia en los 9.350 puntos.

La superación de este nivel con un buen apoyo de volumen, por tanto cierres semanales  consistentes por encima de los 9.400 puntos, nos mostraría la aparición de un patrón de doble suelo que aún extiende más el objetivo de avance, hasta la zona de los 10.500-11.100 puntos.

Éste sería la entrada en un escenario alcista medio plazo. Aunque por ahora presenta muy pocas probabilidades de ocurrir hay que tenerlo presente, especialmente si consiguen atisbos de solución a la crisis de deuda en Europa y los bancos ganan en fortaleza. Hoy el selectivo español se despierta con el lastre de los rumores sobre la posible nacionalización de YPF en Argentina que van a pesar sobre la cotización de Repsol.

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