Grecia está quebrada mal que nos pese

El cierre de las bolsas americanas dejaba mal sabor para culminar uno de los peores trimestres desde que comenzó la crisis. Y hoy tienen visos de seguir los recortes a pesar del mejor aspecto técnico con el que acabaron las plazas europeas.

Los cierres en rojo de las bolsas asiáticas, la nueva apreciación del dólar (por el momento sobre 1,3320), marcando nuevos máximos frente al euro, así como los futuros nocturnos americanos y la apertura europea indican tendencias a la baja generalizadas.

Las noticias de Grecia son preocupantes, menor crecimiento y mayor déficit, más ajustes y sin luz al final del túnel. Esto va a aumentar la presión de los mercados. No ayuda tampoco que Portugal, escudándose en la evolución que está provocando la situación de Grecia, apunte a necesidades de mayores rescates. De nuevo, también declaraciones políticas discordantes nos asaltan y prometen una nueva semana de dimes y diretes en la tónica de las anteriores y que van a llevar a las bolsas a otra semana plagada de volatilidad en cualquier dirección.

Grecia está quebrada mal que nos pese. Sus propias cifras lo muestran, y se ha de conseguir una quiebra ordenada para evitar el efecto contagio. Si no, las consecuencias no son para nada previsibles y en tanto no se quiera aceptar esta situación, los mercados van a seguir muy tensionados.

El dólar cerraba finalmente el viernes las proximidades de los 1,3400 pero ya ha abierto hoy atacando el nivel de los 1,3300, que aún no ha sido perforado y que puede actuar como zona de soporte antes del siguiente objetivo de corrección que tenemos en torno los 1,3000. Este nivel tiene una extensión que nos llevaría buscar los mínimos del año que se producían sobre los 1,2880. A pesar de la elevada sobreventa que se mantenía en los osciladores de corto plazo, no ha sido suficiente para poder respetar el soporte anterior de los 1,3400 y por eso busca esta nueva extensión.

Esta muestra de debilidad, manteniendo la correlación como hasta ahora con la renta variable, no es positiva para las bolsas. En el corto plazo la zona, de resistencia se sitúa en torno los 1,3500 con una extensión hasta los máximos anteriores que no se han superado sobre los 1,3700. Si se dieran recuperaciones hasta estos niveles, la renta variable tendría algo más de apoyo aunque parece condenada a volver a buscar las zonas de soporte del rango lateral visto el comportamiento de la divisa.

El SP500 cerraba el viernes en los mínimos de la sesión justo por encima de los 1.130 puntos, a muy poco de ir a buscar las zonas de los mínimos del mes que se encontraban sobre los 1.120 puntos. Perder estos niveles supone atacar la banda baja de soporte del rango lateral y buscar los mínimos de agosto en las cercanías de los 1.100 puntos. Si cede este nivel supone la salida por la banda baja del rango lateral y nos activa el siguiente objetivo teórico en torno los 1.000 puntos, con una zona de soporte previa sobre los 1.050 puntos.

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Hay que darle opción a que pueda aguantar esta zona de soporte que ha resistido por tres ocasiones, pero también está condicionada por el problema griego. Si se consigue mantener hasta el inicio de la temporada de resultados, a la que quedan unos pocos días, puede verse reforzada. Pero lo cierto es que la debilidad que muestra el sector bancario de las últimas jornadas junto con los valores de tecnología va a poner en aprietos estos niveles.

Las zonas de resistencia siguen sin cambios. Ahora, en el corto plazo, el nivel de los 1.170 puntos es el más importante antes del techo del lateral que tenemos en los 1.210 puntos con una extensión hasta la zona de los 1.230 puntos.

El Ibex 35 cerró con una ligera corrección pero manteniendo los 8.500 puntos. La estructura que dibuja en principio es de continuidad, pero la apertura ha sido correctiva va a amenazar este patrón que tenemos en cuarentena. La pérdida del nivel de los 8.200 puntos deshace las opciones de que pueda confirmarse y las que permitían pensar en un ataque a la zona de techos del lateral.

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Si aguanta este nivel de los 8.200 puntos, los 8.000 puntos son la siguiente zona de soporte débil en tanto que el rango importante los hemos manteniendo entre los 7.800 puntos y los 7.600 puntos. La pérdida estos niveles nos activa el siguiente objetivo, y la entrada en fase correctiva, que tenemos en los 7.200-7.000 puntos antes de buscar los mínimos de 2009.

Los osciladores de corto plazo ya presentan lecturas en la zona de sobrecompra, lo cual no es para que puedan superarse las zonas de resistencia sino más bien facilitar las correcciones. La zona de techo del canal sigue intacta en los 8.800 puntos, que son la clave para poder pensar en un mercado de escenario lateral o con avances a medio plazo.

Para ello se tienen que lograr cierres consistentes en el rango de los 9.000-9.200 puntos ya se podía proyectarse hasta el siguiente objetivo en la zona de los 9.800 puntos. De momento seguimos con la volatilidad y dentro del lateral, las decisiones tácticas y estratégicas prácticamente se posponen hasta la ruptura de cualquiera de los niveles clave.

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