El cierre americano empaña las rupturas europeas

Las bolsa europeas se las prometían felices en su cierre, tras seguir descontando, positivamente, las palabras, que no hechos, de Draghi, de la jornada anterior.

Las bolsa europeas se las prometían felices en su cierre, tras seguir descontando, positivamente, las palabras, que no hechos, de Draghi, de la jornada anterior, y una cifra de paro en EE.UU. que quedaba por debajo de lo esperado y que, probablemente, no aceleraría de nuevo las retiradas de estímulos. De hecho, los inicios de la sesión de los índices americanos fueron en positivo y llegaron a marcar nuevos máximos históricos, tanto el SP500 como el Dow Jones. Pero, a media sesión, y casi coincidiendo con el cierre europeo, comenzaron ventas al otro lado del atlántico, que llegaron a provocar retrocesos, que en el caso del tecnológico Nasdaq, han sido los perores desde hace más de un ejercicio.

Técnicamente sólo es un aviso. Un patrón de giro en máximos es demasiado pronto para determinar si es un techo o no, indicaciones secundarias a modo de divergencias, valoraciones e indicadores de sentimiento podrían apuntarlo. Pero todo sería anticiparlo. Podemos iniciar una corrección, pero para ver amenazada la tendencia alcista de fondo, hay que profundizar mucho más y, de momento, apenas se han de poner a prueba las primeras zonas de soporte, que son consideradas como débiles. Los bonos volvían a recuerar precio y, por tanto, a reducir rentabilidades, y ello reduce la presión de las ventas en la renta variable, ya que hay pocas alternativas a la liquidez. Veremos cómo se inicia la semana si las bolsas americanas recuperan y las europeas no pierden comba.

De momento tenemos pautas estacionales encontradas. Recodemos que la de enero no augura un año demasiado bueno, y estamos en el segundo año del ciclo presidencial, algo flojo también para la bolsa. Los lunes, este ejercicio se llevan la palma en las correcciones, pero, por contra, el mes de abril suele ser uno de los mejores meses para la bolsa. Así que, igualmente, pistas confusas y riesgo ajustados, y no hay que descartar sorpresas como la vivida hace pocas semanas con la crisis de Ucrania, que pueden aderezar la situación. No nos movemos, por ahora, del signo que tenemos para este ejercicio, de mucha volatilidad y movimientos en rangos, más o menos amplios, sin cambios, en las tendencia de fondo.

El dólar marcó niveles mínimos respecto al último mes, por debajo de los 1,3700, pero acabó la semana manteniendo este nivel de forma testimonial y, por tanto, aguanta como primera referencia de soporte, para probar el cambio de rango y las resistencia, tampoco tienen cambio. Los 1,3800 de pivote, otra vez, son primera resistencia. Se mantiene pendiente de superación de la resistencia, en los 1,3900-1,3930 y después, sin cambios, en la zona del rango extendido entre los 1,4000-1,4100, como posible siguiente objetivo.

Los 1,3700 son el primer soporte, cuya pérdida puede marcar el inicio de la apreciación por unas cuantas sesiones más y recuperar la zona de rango inferior siguiente. Después, la zona de los 1.3600 y los 1,3500 se mantienen como referencia consistente, a perder para marcar la opción del cambio de rango. La media móvil de 200 sesiones, que ha actuado como zona de referencia, está ahora sobre los 1,3526 superando, al alza ,la zona confluyente con los mínimos relativos y por encima de los anteriores sobre los 1,3500.

El SP500, tras acercase en los máximos de la sesión a la zona de los 1.900 puntos y buscar los máximos anuales, nuevamente, para cerrar la semana, acabó cerrando en los mínimos del día, en una sesión de rango amplio y un buen volumen. Cedió la referencia de los máximos anteriores, que podría actuar como soporte débil en primer retroceso, y se apuntó un patrón bajista diario claro, y semanal también. Se deberá de confirmar esta semana, perdiendo en cierres semanales, y la zona de los 1.840-1.830 puntos. El cierre fue en negativo, con un retroceso del 1,25%, para acabar en los 1.865,09 puntos, que dejan el objetivo de los 1.880 puntos, superado, pero no de forma consistente, y como nueva referencia a tener en cuenta para el desarrollo de los avances a medio plazo.

Toca volver a tener la vigilancia en los niveles de soporte, que no han cambiado en su primera referencia, tras el ajuste a la zona de máximos anteriores, que no ha aguantado el primer envite. El primer soporte para el posible proceso de consolidación, en la zona de los 1.840-1.830 puntos. En el corto plazo valen los 1.820-1.800 puntos, como soporte más relevante, al tener la proyección de la directriz de avance sobre los 1.800 puntos, y quedar por encima de los mínimos relevantes anteriores. Los 1.750-1.740 puntos quedan como nivel clave, a no perder, confluyendo con este soporte, si se ataca otra vez la media móvil de 200 sesiones, en los 1.755 puntos. Si se pierde marca en rango lateral quedaría en sesgo más negativo la zona de los 1.700 puntos.

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El siguiente nivel de soporte, en los 1.680-1.660 puntos, y la extensión del mismo hasta 1.650 puntos, respetando el ajuste con los últimos mínimos significativos de octubre del pasado año, que es el que supondría amenazar también la continuidad del escenario lateral. Después tenemos la zona de soporte en los 1.600-1.580 puntos. Niveles por debajo volverían activar los escenarios de entrada, en posible corrección, que no son nuestra apuesta, pero que significarían ir buscando niveles teóricos de retroceso, primero en la zona de los 1.500 puntos y con posibles proyecciones, hasta la zona de los 1.400-1.370 puntos, si fuera con mayor intensidad. Por ahora, este escenario sigue contando con baja probabilidad de ocurrencia, a pesar de poder apuntar a un posible retroceso, como el sufrido en el mes de enero.

Después de esta zona de resistencia de los máximos históricos, superada ya tenemos proyecciones de distintos canales de avance, que se sitúan en un rango, entre los 1.900-1.910 puntos, y que si se frena la corrección sin perder el primer soporte, se convertirán en objetivo prioritario, en el próximo impulso que pueda darse. Y, después, ya comenzarían las proyecciones sobre niveles de los 1.945-1.950 puntos, y la mirada a la cifra redonda de los 2.000 puntos, que supondría buscar un registro más acelerado, dentro del movimiento actual y que, aunque no descartamos, reduce algo sus probabilidades.

El Ibex marcó nuevos máximos anuales en cierre semanal, aún con el reflujo de las palabras de Draghi y el dato de empleo americano. Aunque la ruptura es consistente, está empañada por el cierre americano y tocará ver si se apunta a los retrocesos de la zona de soporte válida. El volumen fue algo inferior al de la anterior sesión y, el cierre, por debajo de máximos, sin dejar ningún hueco relevante. Damos por alcanzado el siguiente objetivo, que teníamos en los 10.650 puntos, y ya queda como referencia posterior en la zona de los 10.800-11.000 puntos, como siguiente nivel, a buscar en este impulso o en el siguiente, si toca la digestión del mismo. Mantuvo su mejor comportamiento respecto a sus homólogos europeos, pero con menor diferencia. Cerró la sesión con un avance del 0,88%, en los 10.677,20 puntos, cerrando en la parte alta del día, consolidándose por encima de los 10.600 puntos, que a ver si se pueden mantener.

Ajustamos una zona de soporte débil al rango de los 10.500-10.300 puntos. La zona de los 10.200-10.100 puntos sigue reforzándose, como referencia, y manteniendo la zona de los 10.000 puntos como pivote. No hay cambios en los soportes claves, el primero, en los 9.700 puntos de los mínimos anteriores, en tanto que 9.900 puntos quedan como referencia intermedia con los 10.000 puntos de pivote. Después ya está la zona del hueco dejado sobre los 9.530 puntos. Para mantener sano el escenario, a largo plazo, ha de aguantar en el rango de los 9.400-9.250 puntos, en la base ajustada del canal de avance, en caso de retrocesos importantes. Que se refuerza ya con la proyección de la media móvil de 200 sesiones, por encima sobre los 9.410 puntos, que pueden frenar los retrocesos, y apoyaría a que se mantuviera un sesgo alcista menos acelerado, en caso de los recortes más significativos. Y, si se alcanza este nivel, estaría ya confluyente de forma paralela, con la directriz primaria de avance vigente sobre los 9.400 puntos.

Los 9.000 puntos quedan en zona de atracción por cifra redonda, pero sin relevancia técnica a priori. Por debajo tenemos la zona de los 8.800 puntos que, de perderse, son los que se encargarían de anular opciones impulsivas y nos marcaría un posible sesgo negativo, dentro del lateral, atacando los 8.200-8.000 puntos. Después tenemos referencias en los 7.800-7.600 puntos y, luego, ya hacia el soporte de los 7.200-7.000 puntos, que nos cambia el escenario a correctivo. Mantenemos todavía muy bajas probabilidades asignadas aún al escenario correctivo, que sólo comenzarán a incrementarse si se pierde la zona clave de los 9.400 puntos, tras el nuevo ataque a la zona de máximos.

Tiene opciones de dar continuidad al rebote si supera los 10.600-10.650 puntos de forma consistente, y no retrocede de entrada por el cierre semanal en EE.UU.. Para atacar entonces referencias posteriores, como siguientes objetivos, en los 10.800-11.000 puntos, también, a priori, más difíciles de superar a la primera. Por ahora se han mantenido los soportes claves, que nos respetan la vigencia de la figura de vuelta mayor y que nos deja como objetivo teórico, a medio plazo, la referencia de los 12.000-12.500 puntos, pero la pérdida de impulso puede hacer que se retrase más en el tiempo su consecución, y veremos cuál es la prueba de la siguiente referencia de soporte.

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