Ahorrar con inteligencia: el truco del semáforo

Para poder ahorrar de forma eficiente, les invito a descubrir la sencilla regla del semáforo

Desde el Observatorio Inverco llevamos más de 9 años tratando de promocionar la cultura financiera de los ahorradores. Me imagino que usted, ahorrador, habrá escuchado o leído algo de nosotros. Si es el caso, constatará que nos mueve la pasión por la educación financiera, y si no nos conoce le animo a que nos siga, a buen seguro que le haremos llegar buenos consejos para sus ahorros. Invertir de forma inteligente no es coto privado de unos pocos, de hecho es algo que está al alcance de todos, sin excepción. Para poder ahorrar de forma eficiente, les invito a descubrir la sencilla regla del semáforo. 

En primer lugar, el inversor/ahorrador debe ser capaz de definir dónde poner los semáforos dentro de su ciclo vital de inversiones y, una vez definidos, solo hace falta guiarse por las luces verde, amarilla y roja. Podemos definir los semáforos por los siguientes aspectos: tipo de ahorro, tipo de inversión, nivel de riesgo, objetivo de rentabilidad y plazo de la inversión.

Empecemos con el tipo de ahorro. Tenemos que definir si tenemos un objetivo concreto (complemento de ingresos, jubilación, crecimiento o preservación del capital, etc.) y poner un semáforo a cada tipo de ahorro que queramos planificar. 

Por ejemplo, si hablamos de ahorro para la jubilación, entonces pondremos un semáforo a nuestro ahorro. Ahora tendremos que definir conjuntamente con nuestro asesor cuántos semáforos tendremos en el camino, para poder ir controlando las luces a lo largo del trayecto. En este caso, para planificar adecuadamente nuestra jubilación deberemos tener en cuenta los siguientes factores: 

1.- Pensión pública. Existe y, si estamos cotizando activamente, habrá que ponerle semáforo verde, si bien hay que tener en cuenta la incertidumbre del monto que percibiremos (nadie nos informa adecuadamente), por lo que pondremos una luz naranja.

2. Pensión privada. Aquí claramente hay que ponerle una luz verde. Nuestro objetivo es planificar cuánto podemos ahorrar, para tener una idea de la cantidad a la que tendremos acceso a la hora de jubilarnos. Centrémonos en la pensión privada como complemento de la pública. Lo primero es definir cuánto vamos a necesitar como complemento. Yo tengo la convicción de que deberíamos contemplar una pensión pública básica en el entorno de los 750 euros/mes y, a partir de esta cantidad, cada ahorrador deberá definir cuánto necesitará cuando se jubile. Pongamos que decidimos que nuestra renta mensual debería de ser de 1.000 euros, por tanto necesitamos unos ingresos adicionales de 250 euros/mes. Este es el trabajo del asesor de inversiones, quien para conseguir este objetivo le hará un estudio personalizado de cuánto deberá ahorrar todos los meses y le explicará las alternativas de inversión que existen para alcanzar dicho objetivo. 

Ahora es el momento de definir los semáforos y sus colores. 

Plazo de inversión, por ejemplo 20 años: Aquí le ponemos el color verde y sabemos que debe seguir verde. Hay que ser disciplinados durante el plazo de la inversión.

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Objetivo de rentabilidad: lo lógico es definir un objetivo de rentabilidad que sea superior a la inflación, es decir, un objetivo conservador. Podría ser inflación 1 por ciento. Aquí, luz verde.

Objetivo de riesgo: cada ahorrador tiene un umbral de riesgo distinto. Habrá que definir con nuestro asesor un nivel de volatilidad máximo (por ejemplo, 5 por ciento) y un nivel de pérdidas máximo (por ejemplo, 10 por ciento en periodos de 3 años). Habrá que poner luces rojas cuando la volatilidad de la inversión supere ese 5 por ciento o que se produzcan pérdidas superiores al 10 por ciento. Si se enciende la luz roja, habrá que redefinir los parámetros anteriores con el asesor. 

Debemos tener en cuenta que cualquier planteamiento debe ser dinámico, conforme a la situación personal del ahorrador primero, y respecto a la situación y resultados de la inversión en segundo lugar. Es la inversión la que se adecua al ahorrador y no al revés. 

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Mucha suerte en el viaje. Ya verá como una buena planificación y mantener la disciplina le permitirá circular con muchos semáforos verdes y poder reaccionar a tiempo cuando cambien de color.

Gonzalo Rengifo, Observatorio Inverco

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