Calviño pierde la batalla por la remuneración de los depósitos
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, se marcha al BEI sin conseguir que la gran banca española mejore la remuneración de los depósitos
Transcripción del podcast
Nadia Calviño asume la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) después de fracasar en la última batalla que había planteado a la gran banca española: la mejora en la remuneración del ahorro.
La hasta ahora vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía inició esta cruzada días antes de la cita electoral del 23 de julio.
Mantuvo varias reuniones para reclamar a los bancos que hicieran un esfuerzo por incrementar el pago por el pasivo e incluso llegó a pedir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que averiguara los motivos por los que los bancos se resistían a mejorar la rentabilidad de los depósitos y los plasmara en un informe.
Pero Calviño se va y de ese informe no hay rastro, como tampoco de un cambio de actitud en la banca, que sigue muy molesta por el impuesto extraordinario que quiere convertirlo en permanente.
Este es el legado por el que se recordará a la vicepresidenta primera, por los impuestos a la banca, por crear un clima de enfrentamiento con los empresarios españoles y por repartir los fondos europeos de una manera sectaria.
También por no hacer ninguna reforma de calado, por ser la economía española la última en recuperarse de la pandemia y por dejar el país en unos niveles de deuda insoportables.
Acusaciones a Rafael del Pino
Calviño, hay que recordarlo también, acusó a Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, de falta de compromiso con su país cuando anunció el traslado de la sede social de su compañía a Holanda. Lo dice quien desde que fue nombrada ministra de Economía, su único objetivo ha sido acceder a un gran cargo fuera de España.
Ha utilizado únicamente su presencia en el Gobierno como trampolín para sus ambiciosos objetivos personales. En 2019, solo un año después de entrar en el Gobierno de Sánchez, ya se postuló como directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y fracasó.
Un año después, en 2020, quiso ser presidenta del Eurogrupo, con el mismo resultado. Y ahora, a la tercera, consigue su propósito en el Banco Europeo de Inversiones. Estaba claro que le daba igual el cargo y abandonar su proyecto en el Gobierno, lo que quería es hacer carrera fuera de España. ¿Y se atreve a hablar de compromiso con su país?
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