Roubini, en estado puro: ¿Por qué ignoran los cisnes negros?

Nouriel Roubini no entiende por qué las bolsas están ignorando los llamados 'cisnes negros', esos sucesos inesperados que trastocan de un plumazo todo el panorama financiero y pueden desencadenar la tormenta. Con Macron o sin Macron, los riesgos siguen siendo muchos, y en cualquier momento se puede desatar la tormenta. ¿Por qué se muestran las bolsas tan complacientes? Así ve las cosas el Dr. Catástrofe. 

Puede que la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas haya tranquilizado a la mayoría de los inversores, pero no a todos. Fiel a su estilo catastrofista, el economista Nouriel Roubini no entiende por qué las bolsas están ignorando los llamados 'cisnes negros', esos sucesos inesperados que trastocan de un plumazo todo el panorama financiero y pueden desencadenar la tormenta. 

En un artículo publicado en la web www.project-syndicate.org, Roubini apunta que los riesgos geopolíticos siguen proliferando y considera que "el retroceso populista contra la globalización en occidente no se detendrá por la victoria de Macron". Es más, estos riesgos aún podrían conducir al proteccionismo, las guerras comerciales y las restricciones de los flujos migratorios. "Si las dinámicas de la desintegración se refuerzan, la salida del Reino Unido podría conducir a la desintegración de la UE, con Macron o sin Macron", se despacha Roubini. 

Al mismo tiempo, apunta, "Rusia ha mantenido un comportamiento agresivo en los países Bálticos, los Balcanes, Ucrania y Siria". Igualmente, Oriente Medio contiene múltiples estados prácticamente fracasados, como Irak, Yemen, Libia o Líbano, mientras que las guerras entre sunitas y chiítas entre Arabia Saudí e Irán no parece que vayan a terminar.  Por si fuera poco, sigue Roubini, en Asia, Estados Unidos "podría precipitar un conflicto nuclear en la península coreana", y China sigue participando, y en algunos casos agravando, en conflictos con sus países vecinos. 

A pesar de todos estos riesgos, los mercados financieros globales siguen subiendo (el Nasdaq y el S&P 500 tocan hoy mismo nuevos máximos históricos), por lo que Roubini se pregunta si los inversores no estarán subestimando la posibilidad de que alguno de estos conflictos termine por desencadenar una grave crisis.
Y a este respecto, opina que hay varias explicaciones de por qué las bolsas están ignorando estos riesgos. 

Para empezar, no ha habido problemas con la oferta de petróleo, pese a cómo está la situación en Oriente Medio, mientras que la revolución del 'fracking' en Estados Unidos ha contribuido a elevar esa oferta. Esto no sucedió en otros momentos históricos, como la guerra del Yom Kippur (1973), la revolución islámica (1979) o la guerra de Irak (1990). En estos casos, las restricciones de crudo provocaron fuertes caídas en las bolsas. 

Una segunda explicación que pone sobre la mesa Roubini es que los inversores estén extrapolando lo que sucedió en otros 'shocks' anteriores, como el ataque a las Torres Gemelas en septiembre de 2011, con la situación actual. En aquél entonces, las fuertes políticas expansivas, monetarias y fiscales, convirtieron las correcciones de las bolsas en oportunidades de compra, y así, la caída en el precio de los activos se revirtió en cuestión de días o semanas.

En tercer lugar, Roubini apunta que el mundo se ha librado hasta ahora de una confrontación geopolítica a gran escala. Todavía no ha habido un enfrentamiento militar directo entre grandes potencias, y las posturas más radicales y populistas del presidente Trump se han visto contenidas parcialmente. Además, la economía china no ha sufrido todavía un aterrizaje duro que habría incrementado la inestabilidad sociopolítica. 

Por ello, explica Roubini, los mercados tienen problemas para descontar tales "eventos de cisne negro", incógnitas que son poco probables pero muy costosas, como por ejemplo, los atentados del 11-S. Por ejemplo, una confrontación militar entre Estados Unidos y Corea del Norte podría ser uno de estos cisnes negros, pero esta es una posibilidad que "las bolsas han ignorado felizmente". De hecho, aunque se produjera un intercambio militar limitado, los inversores no están asumiendo que pueda haber una guerra a gran escala, con lo que la corrección inicial de las bolsas, como en el 11-S, terminaría siendo una oportunidad de compra. 

Publicidad
Publicidad

Roubini incluso no descarta que Corea del Norte pueda desencadenar una 'ciber guerra' contra Estados Unidos, pues la capacidad de sus 'hackers', si bien no es comparable a las de los rusos o chinos, fue suficiente en su momento para atacar a un gigante como Sony. "Un gran ataque cibernético de Corea del Norte podría deshabilitar o destruir partes críticas de la infraestructura de Estados Unidos y causar enormes daños económicos y financieros", asegura Roubini.

En portada

Noticias de