La bolsa americana sigue ganando la partida a Europa: ¿cuánto más durará la racha?

Los fondos que invierten en acciones americanas son los más rentables; a ese rendimiento hay que sumar la apreciación del dólar. Pero el mal de altura pesa, más para los inversores que para los analistas.

Está volviendo a suceder: Wall Street vuelve a ganarle en rentabilidad a las Bolsas europeas, pese a que ya son años de pronósticos a favor de las segundas porque están más baratas y porque el ciclo en el Viejo Continente está más atrasado que en Estados Unidos, donde ya está muy maduro y hace tiempo que se habla de su posible inminente final (aún estamos esperándolo).

El Nasdaq es el mejor de los principales índices, con una subida del 15%. El S&P 500 gana casi un 7%, cifra que tampoco encuentra comparable entre los parqués del Viejo Continente. Por último, el Dow Jones se anota un 3,5%, avance sólo equiparable al que registra este año el Cac 40 francés. 

Entre las categorías de fondos de inversión, que son los instrumentos más habituales para invertir en mercados extranjeros, nos encontramos con que entre las más rentables de este año están la especializada en valores americanos de gran capitalización, la de los que invierten en pequeñas acciones, además de los productos que pueden comprar ambos tipos de empresas. Sus rendimientos medios oscilan entre el 15% y el 11%. Por áreas geográficas, sólo les ganan ampliamente los productos que apuestan por grandes compañías británicas (22,5%), porque éstas se han beneficiado de la depreciación de la libra, y los productos noruegos les empatan, con una revalorización del 11%, al igual que productos sectoriales como los que invierten en tecnológicas (la mayoría de ellas, estadounidenses), biotecnológicas y el sector salud. 

Además, los inversores, en lo que llevamos de año han disfrutado de la apreciación del dólar frente al euro, que ha pasado de niveles de 1,20 en enero (y de cerca de 1,25 durante la primavera) hasta situarse por debajo de 1,16. 

Ayudado por el bono, pero a la expectativa

En los últimos tiempos, sobre todo desde principios de junio, la Bolsa americana ha podido beneficiarse de la estabilización de la rentabilidad del bono a diez años por debajo, pero cerca, del 3%. No se ha podido sostener sobre esa psicológica cota que tantos nervios insufló entre finales de abril y principios de mayo cuando llegó incluso a alcanzar el 3,10% anticipando un ritmo más acelerado en las subidas de los tipos oficiales por parte de la Fed. 

Respecto a esta cuestión, Christopher Gannatti, jefe de análisis de Wisdom Tree, comenta que un elemento importante para las acciones americanas y también para el dólar será saber si el rendimiento del bono americano a diez años estará en el 2,80%, en el 2,90%, en el 3% o por encima del 3,05% a finales de 2018. Ello tendrá muchas implicaciones para los activos estadounidenses, como también la curva de tipos y el diferencial de rentabilidad entre el dos y el diez años, que, en palabras de Gannatti, si se acerca a cero, podría ser el síntoma de que hay que arrancar la cuenta atrás hacia la nueva recesión. De hecho, este experto cree que la segunda mitad de 2018 puede ser todo un desafío para las acciones que cotizan en Wall Street. 

Pero el tantas veces anticipado final de ciclo, como apunta Gannatti, puede aún reportar grandes beneficios para los inversores. También plantea la pregunta de si a estas alturas lo mejor es apostar por lo que lo seguirá haciendo bien si el ciclo alcista continúa o si hay que comenzar a buscar opciones que aguantarán mejor en la siguiente fase bajista. Para no tener que elegir, la firma de Gannatti tiene su propia estrategia multifactorial, que está batiendo al S&P 500 este año. 

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La economía y los resultados dan soporte

Pero quedémonos con las dudas que plantea Gannatti sobre la situación de Estados Unidos y la clave que sitúa en los tipos de interés. Y a ello, añadamos el diagnóstico que realiza Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, sobre los últimos datos del PIB americano. ¿Plantea dudas sobre la solidez del crecimiento? El punto negro, quizás, que señala es la "contribución netamente negativa por parte de los inventarios", situación que, afirma, es "más propia de periodos de ralentización". Aunque matiza: "En la medida que no vemos signos de desaceleración, esta contribución negativa, combinada con ciertos ajustes en las importaciones, nos hace pensar que se debe a una perturbación ligada a la puesta en marcha de algunos aranceles. La debilidad del ratio de inventarios reportado frente a ventas deja entrever la continuación de un ciclo alcista". Y, por eso, Morel afirma que la economía americana está "en buena forma"

Los datos macro, pues, han resultado de ayuda a Wall Street. Y, también, los resultados empresariales. El 80% de las compañías americanas ha batido las previsiones con sus cuentas del segundo trimestre que han reflejado un crecimiento de los beneficios de alrededor de un 23% con respecto al año pasado. Pero en estos momentos el temor está en que las ganancias corporativas hayan tocado techo y a partir de ahora haya que empezar a ver descensos en los beneficios. Si bien los inversores pueden tener ese miedo, los analistas aún no lo han mostrado. Todo lo contrario: según recoge Bloomberg, las estimaciones de beneficio para las compañías del S&P 500 en 2019 han crecido un 7,6% desde principios de año. Pero las previsiones a veces se equivocan, como lo hicieron en 2008, y hay que tener en cuenta que por delante tenemos el incierto efecto de la guerra comercial y un crecimiento del PIB que puede perder fuelle. 

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Seguir con la apuesta

Una firma que está muy positiva con las acciones americanas es AXA IM: recomienda sobreponderarlas. Y uno de los argumentos está en que si bien existe el riesgo de una escalada descontrolada de la guerra comercial, las compañías americanas sufrirían menos daño. También, en la buena marcha de los resultados, lo que reduce el riesgo derivado de unas valoraciones que se encuentran sólo levemente por debajo de sus medias históricas. Los expertos de AXA IM concluyen: "Hemos reducido nuestra sobreponderación en acciones y estamos centrados en el mercado americano, donde la evolución de los beneficios y de la actividad corporativa continúa proporcionando soporte. A pesar de los riesgos crecientes, la larga duración de este mercado alcista y algunos avisos de final de ciclo, aún pensamos que es demasiado pronto para volverse bajista con las acciones". 

Otro elemento a favor de la Bolsa americana, del Dow Jones en particular, estaría en que no hay ninguna compañía que cotice por encima del precio objetivo que le dan los analistas. Todas tienen potencial. Algunas, como Caterpillar, más de un 20%, otras, como Boeing, Goldman Sachs o Chevron, un 18%. 

Una de las grandes incógnitas es si los indicadores podrán volver a sus máximos históricos o incluso superarlos. El Dow Jones está a un 4% del récord que marcaba a finales de enero; el S&P 500, a sólo medio punto porcentual; lo mismo que el Nasdaq Composite de su máximo más reciente, a finales del mes de julio.

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