La inflación escala hasta el 6,1% y la subyacente marca récord (7,7%)
El encarecimiento de la electricidad y los alimentos impulsa un 1% los precios y sitúa a la inflación subyacente en máximos de más de 40 años
El Índice de Precios de Consumo (IPC) no da tregua. En febrero subió un 1 por ciento respecto al mes anterior y ha incrementado su tasa interanual dos décimas, hasta el 6,1 por ciento, impulsado por el aumento de precios de la energía, de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas, según establece el indicador adelantado del IPC.
El INE destaca en el sentido contrario la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la estabilidad del año anterior.
Con el dato de febrero, el IPC encadena dos meses de ascensos en la tasa interanual y se coloca en la cota más alta desde noviembre, cuando alcanzó el 6,8 por ciento.
El dato más preocupante es la subida de la inflación subyacente, que no tiene en cuenta ni los productos energéticos ni los alimentos sin elaborar, que en febrero subió dos décimas, hasta el 7,7 por ciento, colocándose en la cifra más alta de los últimos 40 años.
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