El Gobierno portugués confirma que Paulo Macedo presidirá la CGD
El Gobierno portugués confirmó hoy que el exministro Paulo Macedo será el nuevo presidente ejecutivo de la Caixa Geral de[…]
El Gobierno portugués confirmó hoy que el exministro Paulo Macedo será el nuevo presidente ejecutivo de la Caixa Geral de Depósitos (CGD) tras la renuncia de António Domingues después de que el Parlamento le obligara a presentar su renta y patrimonio.
Macedo aceptó el nombramiento, al igual que Emílio Rui Vilar, que será el nuevo presidente del Consejo de Administración de la entidad, precisó el ministerio luso de Finanzas en un comunicado.
Ahora, el Gobierno y los futuros responsables de la CGD, en proceso de ser recapitalizada, "trabajan en la definición de la composición del restante del Consejo de Administración", que quedó reducido a solo cuatro miembros con la salida de seis de ellos tras la marcha de Domingues.
Entre los que se fueron figura el español Ángel Corcóstegui Guraya, uno de los fundadores del fondo de capital privado Magnum Capital, que tiene como objetivo de inversión y desarrollo las empresas con domicilio social en España y Portugal.
La apuesta del Gobierno por Macedo había sido adelantada por la prensa lusa este jueves, y estaba dentro de las expectativas para suceder a Domingues, que presentó su dimisión el pasado domingo.
Su salida se produjo después de que el Parlamento luso aprobara una propuesta para obligar a los administradores del banco público a presentar su declaración de rentas y patrimonio ante el Tribunal Constitucional.
Macedo fue ministro de Sanidad en el anterior Gobierno, liderado por el conservador Pedro Passos Coelho (2011-2015) y actualmente es administrador del grupo luso de seguros Ocidental.
Además, en el pasado, formó parte de la administración del Banco Comercial Portugués (BCP).
La CGD es el mayor banco de Portugal en volumen de activos y actualmente se encuentra en proceso de ser recapitalizada, después de que el pasado mes de agosto el Gobierno portugués y Bruselas acordaran reforzar el capital del banco con hasta cerca de 5.000 millones de euros.