Cómo invertir en una Bolsa americana en récord y con la presión de la Fed
Los índices de Wall Street pueden no tener mucho potencial, pero aún hay empresas interesantes
Todos los índices americanos rondan máximos históricos. En los últimos días, esos niveles récord se han revalidado en varias ocasiones. Aunque esta semana hemos observado la vulnerabilidad de la Bolsa de EE.UU. (y de todas las demás) ante las especulaciones que han vuelto a saltar sobre la posible inmediata subida de los tipos de interés. El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, avisaba del exceso de complacencia del mercado respecto a las próximas decisiones de la Reserva Federal y de que no hay que descartar un endurecimiento monetario en la reunión de septiembre que se celebrará el 20 y 21 de ese mes. El jefe de la Fed de San Luis, Dennis Lockhart, se manifestaba en la misma línea, destacando que la salud de la economía americana podría justificar al menos una subida de tipos hasta final de año. Aunque el mercado se tranquilizó cuando leyó las actas de la última reunión de la Fed y concluyó que la institución no parece tener prisa por encarecer el precio del dinero, haciendo posible un rebote, la caída del dólar y la reducción de los intereses de la deuda, el jefe de la Fed de San Francisco, John Williams, volvía a advertir el viernes de que la posibilidad de la subida de tipos el mes que viene sigue encima de la mesa.
¿Con qué calendario de tipos de interés trabajan los analistas? Javier Rillo, de Ibercaja, cree que, dado el ciclo electoral, «no parece que vaya a haber una subida de los tipos de aquí a final de año» y apunta que el mercado le otorga pocas posibilidades a que los tipos estén por encima del 1% dentro de doce meses. Celso Otero, de Renta 4, añade que el mercado no asigna una probabilidad de incremento del precio del dinero superior al 50% para ninguna reunión anterior a la de febrero. Rose Marie Boudeguer, de Banca March, sí cree que los tipos subirán en diciembre. De todas formas, a finales de esta semana los banqueros centrales se reúnen en Jackson Hole (EE.UU.) y la presidenta de la Fed, Janet Yellen, podría dar más pistas que podrían implicar más vaivenes en el mercado.
Los tipos... y Trump
¿Qué implicaciones tiene esto para la Bolsa americana? Aunque hay analistas que creen que una subida de apenas un cuartillo no debería implicar problemas, Boudeguer afirma que, de cumplirse su escenario (un incremento en diciembre), si bien Wall Street no debería sufrir una caída fuerte hasta entonces, en ese momento sí habría volatilidad, dado que las que en su opinión van a mover al mercado van a ser las expectativas de evolución de los costes de financiación. No hay que pasar por alto que antes puede provocar volatilidad un cambio de signo en las encuestas, que pueden en algún momento prever el triunfo para Trump, aunque Rillo opina que ninguno de los dos candidatos será malo para la Bolsa. Christopher Dembik, de Saxo Bank, no estima que una victoria del candidato republicano sea muy mala a corto plazo para la Bolsa, aunque advierte de que hay un escenario que no se está contemplando y es que la presidencia sea para Trump y la mayoría en el Congreso, para los demócratas, y eso puede provocar incertidumbre.
Boudeguer comenta que está positiva con la Bolsa en general y también con la estadounidense, que se ve favorecida por su carácter más defensivo, debido a la mayor flexibilidad de su economía y a que las empresas americanas son más rentables que las europeas (su rentabilidad del capital -ROE- es de un 12%, frente al 6,7% de las europeas). Pero esta experta no le da mucho potencial a Wall Street, lo limita a un 2% o a un 3%.
Rillo, en cambio, cree que la Bolsa americana está sobrecomprada y destaca que los beneficios de las empresas llevan cayendo tres trimestres, lo que ha provocado que cotice a ratios por encima de su media histórica. Por eso, afirma: «No podemos estar cómodos en una Bolsa con estos ratios». Otero precisa que el per (precio entre beneficio) actual de la Bolsa americana se encuentra en las 20 veces. Explica que cuando históricamente el per se ha situado entre las 14 y las 20 veces, Wall Street ha subido un 8% en los doce meses siguientes, mientras que cuando ha estado por encima de las 20 veces, la rentabilidad un año después ha sido del 2,5%. Otero comenta que es cierto que los ratios a los que cotiza la Bolsa americana están por encima de la media, pero recuerda que los activos libres de riesgo están más caros que nunca.
Para Boudeguer, que Wall Street esté en máximos está justificado porque los beneficios también lo están. Apunta que si bien los resultados a nivel agregado están cayendo, descontando el sector energético, siguen mejorando. Y aún, a su juicio, pueden seguir creciendo, si comienzan a mejorar ventas e ingresos a lomos de una reactivación global. Pero no espera avances muy potentes y concluye: «La Bolsa americana puede estar cara, tiene poco crecimiento, pero es defensiva, porque el crecimiento, aunque sea bajo, es sólido».
Óscar Germade, de BNP Paribas Personal Investors, apunta que por fundamentales, para más subidas en la Bolsa americana, deberíamos comenzar a ver que los beneficios empresariales ganan 'moméntum' y que en lugar de producirse revisiones a la baja, empezara a haberlas al alza. Pero añade que por análisis técnico sí que habría que estar, dado que el movimiento de consolidación que ha durado un año se ha roto al alza y los objetivos teóricos están muy por encima de estos niveles: Germade los sitúa en los 21.200 puntos para el Dow Jones y en los 2.450-2.460 puntos para el S&P.
La importancia de la selección
Celso Otero comenta que no entraría ahora mismo en Bolsa americana, pero tampoco cree que haya que salir. Matiza que si bien en los índices en su conjunto no ve mucho potencial, sigue observando crecimiento en muchas compañías. Boudeguer coincide: «La selección de sectores y de valores concretos es más importante que nunca». Boudeguer cree que compañías del sector consumo, salud, tecnología e industrial pueden hacerlo mejor que las de otros sectores. Javier Rillo, por su parte, afirma que en sanidad y en tecnología estaría siempre, porque en ellas siempre habrá crecimiento, pero no en 'telecos' ni en eléctricas, debido a que la subida de los tipos de interés les afecta especialmente a ellas, cuyo dividendo pierde atractivo frente a la mejora de la retribución de la deuda.
Celso Otero enumera algunos de los valores concretos que tiene en la cartera de su fondo: entre las tecnológicas, IBM, Google, Cisco o Criteo, especializada en la publicidad en internet; en el sector farmacéutico, Pfizer y Merck; además, Monsanto, en la que Bayer está interesada; así como Praxair, que ha comenzado sus negociaciones de fusión con Linde esta misma semana; además de Varian, que fabrica aparatos para tratar el cáncer; en el sector consumo, se queda con Johnson & Johnson.
Según el consenso, los valores del Dow Jones que tendrían más potencial hasta su precio objetivo serían Walt Disney, UnitedHealth y Boeing, con cifras que rondan el 15%. El recorrido de Home Depot, Visa, McDonald's o Coca-Cola sería del 12%.