Cinco razones para salir ya de la bolsa

Varios factores justificarían recoger beneficios y extremar la cautela en la situación actual

Hay gestores que opinan que mantenerse invertido a largo plazo es la única manera de ganar dinero en la bolsa, pues es muy complicado intentar anticipar los momentos de suelo y techo de los mercados. Para estos expertos, se corre el riesgo de salir con minusvalías y perderse los rebotes, como sucedió a muchos inversores recientemente, con los acontecimientos de finales de 2018 y comienzos de 2019.

Sin embargo, hay otros especialistas que recomiendan recoger beneficios y retirar las posiciones cuando sube la incertidumbre. Y éste podría ser uno de esos momentos, a juicio de algunos de ellos. Cinco razones justifican esta postura.

1.- Deterioro de la situación económica. 

El primero de esos factores es el más obvio: el empeoramiento del cuadro macroeconómico global. Recientemente, hemos visto un deterioro de los datos publicados por China y Alemania. En concreto, Pekín ha reducido las previsiones de crecimiento al 6%; y Alemania (motor económico de Europa) bordea actualmente la recesión, al retroceder su economía una décima en el segundo semestre. Si bien, la puesta en marcha de programas de estímulo económico podrían limitar la ralentización, en ambos casos. El tercer país cuya situación preocupa a los mercados es Estados Unidos. Aunque su economía va viento en popa y tiene una bajísima tasa de desempleo, muchos expertos anticipan el final de la buena racha y el contagio al resto del planeta, al tratarse de la primera economía mundial.

2.- La inversión de la curva de tipos. 

Uno de los motivos que anticipan esa recesión en Estados Unidos es la inversión de la curva de tipos de interés, que se considera una señal de recesión en los próximos doce meses. Pero, ¿en qué consiste la inversión de la curva de rendimientos? En que se paga más interés por la deuda a 3 años que a 5, como señal de que se prevé que vengan dificultades en el corto plazo. "Los mercados aciertan al poner en precio un mayor riesgo de recesión por este motivo. Estados Unidos no ha sido inmune a la severa desaceleración de la producción industrial global y los volúmenes de comercio. El sector manufacturero de Estados Unidos ya se encuentra en una mini-recesión (definida por dos trimestres consecutivos de contracción) y las debilidades en los sectores vinculados a la economía global (incluida la fabricación, las exportaciones, el comercio mayorista y el transporte) han comenzado a afectar al mercado laboral", opina Tiffany Wilding, economista de Pimco.

3.- Menor potencial de la renta variable. 

La renta variable ha vivido un año muy bueno (incluso pese a la corrección de este verano), con rentabilidades que superan el 10% en el caso de la mayoría de las principales bolsas del mundo. En ese sentido, muchos expertos creen que el potencial que queda es ya reducido. "En lo que va de año, los mercados de renta variable han registrado, en general, una clase de rentabilidad que normalmente sería impensable en medio de una desaceleración de los beneficios empresariales, un ciclo económico cada vez más frágil y un entorno político que se ha vuelto tan arriesgado que los niveles de confianza de las empresas a nivel mundial se han visto erosionados. En nuestra opinión, esta rentabilidad se debe en su totalidad al giro que han dado a sus políticas monetarias los bancos centrales entre el cuarto trimestre de 2018 y la última reunión del FOMC. Pero creemos que ya hemos visto la mayor parte del avance del mercado orquestado por los bancos centrales y que el entorno se está deteriorando. Es hora de tomar beneficios y de ser extremadamente cautelosos", explica en este sentido Benjamin Melman, CIO de Edmond de Rothschild AM.

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4.- Incremento del riesgo de Brexit duro (sin acuerdo de salida de la UE). 

La maniobra lanzada esta semana por el primer ministro británico Boris Johnson para evitar que el Parlamento británico vete un eventual Brexit sin acuerdo ha incrementado las posibilidades de que Reino Unido abandone el bloque europeo "a las bravas", lo que supondría un duro golpe para los mercados, por mucho que esta noticia esté bastante anticipada. "Con el parlamento fuera del juego, se incrementan las probabilidades de un Brexit sin acuerdo para el 31 de octubre, al limitarse el tiempo efectivo que tienen los Comunes para detener al gobierno de este propósito. Este escenario desata las perspectivas de una profunda recesión de la economía y el consiguiente ajuste de la política monetaria, factores determinantes para una aguda depreciación de la libra esterlina", explica Olivia Álvarez, analista de Monex Europe.

5.- La guerra comercial entre China y Estados Unidos. 

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Este asunto persigue a los inversores desde hace tiempo ya. Sin embargo, por mucho que haya habido un reciente acercamiento entre ambas potencias, todo parece indicar que el problema no se va a desactivar en el corto plazo. Más bien al contrario, seguirá dañando los intercambios globales. "Cualquier deterioro adicional del entorno comercial aumentaría sustancialmente el riesgo de una recesión en Estados Unidos", advierte en este sentido Darrell Spence, economista de Capital Group.

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