Alcistas contra bajistas en DIA: las espadas están en alto

El valor está oprimido por la fuerte presencia de bajistas, especialmente extranjeros. Pero los analistas españoles creen que tiene potencial. Los resultados despejarán muchas incógnitas para saber quién tiene razón. El 23 de febrero presenta sus cuentas

Existen dos visiones completamente enfrentadas en torno a la cadena de supermercados DIA. Por un lado, las manos extranjeras están muy negativas con el valor y, de hecho, mantienen las posiciones cortas en máximos del 15,81 por ciento, una situación que está lastrando a la cotizada. En el otro bando, los analistas españoles, que opinan que «el analista extranjero tiende a comparar a DIA con el resto del sector a nivel global y pierde los matices locales». 

Los inversores extranjeros tienen esa visión tan pesimista sobre la cadena de distribución debido a diversos factores. Para empezar, porque consideran que DIA va a ser incapaz de mantener los márgenes operativos del grupo (el ebitda ajustado, que creció un 6,4 por ciento en divisa constante durante los nueve primeros meses de 2016) debido a la fuerte competencia existente en el sector. 

Sin embargo, Gonzalo Sanz, de Mirabaud Securities en España, puntualiza que este tipo de hipótesis se han efectuado sobre la base de una comparación entre el sector de la distribución español y el de Reino Unido, dos países que viven situaciones completamente distintas, a su juicio: «La competencia entre los diferentes actores en Reino Unido es muy elevada. Pero, en España hay mucho minorista, el 45 por ciento del sector está aún en manos de pequeños establecimientos y eso permite que los grandes puedan ganar cuota de mercado sin necesidad de efectuar agresivas guerras de precios».

Asimismo, Sanz recuerda que DIA cuenta con un modelo de franquicias que le permite disponer de unos márgenes superiores al resto, un factor que no ha sido debidamente tenido en cuenta por los inversores extranjeros. 

Algo parecido opina Antonio Pausa, analista de Intermoney Valores S.V. «La variable que ha justificado la presión tan potente de los bajistas anglosajones desde finales de 2015 y a lo largo de 2016 son los márgenes. Pero son márgenes que se suelen comparar con los de la distribución en Reino Unido, un mercado hipercompetitivo donde los márgenes son más bajos», explica.

Para más inri, los últimos resultados echaron más leña al fuego de los bajistas, según relata Pausa: «DIA dio una sorpresa positiva a nivel operativo (ventas comparables positivas) pero sorprendió negativamente al mercado con niveles de deuda neta por encima de lo que se preveía (1.221 millones de euros en los primeros nueve meses del año)». A partir de ese momento, se acentuaron aún más las posiciones bajistas sobre el valor.

Sin embargo, la compañía ha anunciado que espera cerrar el año con una importante reducción del endeudamiento, hasta situarlo entre los 950 y los 1.000 millones de euros. En ese sentido, los resultados del cuarto trimestre, que se darán a conocer el próximo 23 de febrero, van a ser cruciales para determinar quién tiene razón: si las manos extranjeras o las locales. Especialmente, los expertos estarán muy atentos a los resultados a nivel operativo y a la evolución de la deuda neta. 

Lógicamente, el bando de los analistas españoles cree que las cuentas van a ser positivas. «Prevemos un Ebitda de en torno a los 610 millones de euros. Con eso, creemos que DIA sería capaz de cumplir con la reducción de la deuda neta hasta situarla entre los 950 y 1.000 millones y podría publicar unas ventas comparables en positivo», opina Gonzalo Sanz.

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«Las dudas sobre la capacidad de DIA para reducir endeudamiento tienen sentido, ya que no ha conseguido reducirlo en los últimos trimestres. Pero nosotros pensamos que esto se ha debido a los costes de adaptación e integración de las dos cadenas compradas (Eroski y El Árbol). Así, creemos probable que su capacidad para reducir deuda (es decir, generar caja positiva) haya mejorado a finales de 2016 y continúe mejorando a lo largo de 2017, una vez que las tiendas estén reacondicionadas, las inversiones de reacondicionamiento realizadas y el ciclo de consumo mejore. Sobre todo en España, donde eso ya es un hecho», dice por su parte el informe de Bankinter.

La cuestión es que, de cumplirse estos objetivos, las posiciones cortas deberían revertirse y permitir una mejora de las perspectivas del valor en bolsa, según Sanz. «Si genera caja, reduce deuda y mantiene la operativa óptima (ventas comparables en positivo y márgenes estables), eso debería llevar a que se cerraran los cortos e impulsaría el valor. El cuarto trimestre puede ser un buen momento para ello. La próxima presentación de resultados es un primer hito a valorar», relata. Pausa coincide con él: «De confirmarse estas cifras que ya apuntó el grupo, debería justificar una ruptura alcista importante».
Por eso, Sanz opina que estamos en «un buen momento para entrar en el valor en previsión de esos resultados».
El 23 de febrero veremos qué bando lleva razón.

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