Carlos Slim eleva su control en FCC al 76,6% tras liquidar la deuda de Esther Koplowitz

Carlos Slim incrementa su peso en FCC un 15%, mientras la participación de Esther Koplowitz queda reducida al 4,6%

Carlos Slim eleva su control en FCC al 76,6% después de que Esther Koplowitz cancelase la deuda que mantenía con el magnate mexicano y con pago total de 843,4 millones de euros.

Este importe le permite al vehículo de Slim, Inversora Carso, aumentar su posición en FCC un 15%, lo que se traduce en el mencionado 76,6% total.

Así lo comunicó la constructora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No obstante, Carso valora la opción de otorgar a Koplowitz la opción de comprar de un 5% de las acciones de FCC.

Al ejecutarse la garantía de deuda, la cual estaba contratada anteriormente con BBVA y Bankia, Koplowitz pierde su 20% de posición en la compañía aunque mantiene 4 puestos en el consejo de administración.

La deuda fue adquirida por el vehículo inversor de Slim a las dos entidades por un valor de 599 millones de euros en mayo de 2018 y la cual venció a finales de abril. El acuerdo entre ambos recogía la total transferencia de acciones con un valor de 524,9 millones de euros.

A Slim le gusta España

Se cumplen ahora cinco años del aterrizaje de Slim en FCC, pero su posición en esta constructora no es la única que tiene el mexicano en España y en sectores relacionados con la construcción, como es el inmobiliario.

Slim tomó una posición en Metrovacesa del 3% en febrero, demostrando su gusto por las promotoras. Un movimiento estratégico al controlar Realia desde el 2015, también a través de Carso, compañía que recibe inversiones desde FFC.

La participación en Metrovacesa supuso un desembolso de unos 44 millones de euros con un paquete de 4,62 millones de acciones, lo que representa el 3,046% del accionariado.

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Pero este no es el único movimiento de este curso en España. Con anterioridad, en febrero, entró en Quabit, también con un 3%. La operación supuso un desembolso mucho menor, 4,8 millones de euros, y un número de acciones parejas, 4,4 millones.

¿Qué busca Slim?

La inversión se produjo unos meses después de que Quabit anunciase que negocia la venta en bloque de un total de 1.300 viviendas en construcción repartidas en distintas promociones que desarrolla en Málaga, Madrid y la zona del Corredor del Henares (Comunidad de Madrid).

El caso es que los movimientos de Slim son claros: le gusta España y le gusta su ladrillo. Pero la intención final de estas compras del quinto hombre más rico del mundo, aún se desconoce.

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Toca ahora comprobar sí, aprovechando los precios bajos a causa del coronavirus, apuesta por más compañías españolas del sector.

Tanto si lo hace de forma pasiva como activa, Slim siempre accede a empresas españolas cuando estas se encuentran desarrollando planes de crecimiento o en procesos de ventas de activos.

¿Merlin y Colonial?

Con todo, a Slim pueden parecerle jugosas las socimis del IBEX 35, Colonial y Merlin Properties, y dar el salto al principal club de la Bolsa española, pues las compañías españolas donde tiene presencia cotizan fuera de este selectivo.

Más allá de este sector fue sonada la posibilidad de que el magnate lanzase una oferta a Telefónica por su negocio en América Latina, salvo Brasil.

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Telefónica decidió agrupar sus negocios en la región, excepto el brasileño al ser su geografía más rentable de todo el grupo, bajo el nombre de Hispam para venderlas de forma conjunta.

Pronto sonó el nombre de Carlos Slim, que no desmintió la posibilidad, pero la imponente caída de los mercados y del negocio de la teleco española en la región este curso, borraron las posibilidades.

Es más, puede que a la propia Telefónica no la interese ahora deshacerse de esos activos por el bajo precio que podría sacar.

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