Ximo Puig vence al sanchismo y se impone en las primarias del PSPV

La primera batalla territorial más relevante para Pedro Sánchez no le ha dado el resultado deseado. El presidente del Gobierno[…]

La primera batalla territorial más relevante para Pedro Sánchez no le ha dado el resultado deseado. El presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, ha resultado vencedor en el proceso de primarias que este domingo ha culminado en el PSPV. A falta del dato oficial definitivo, Puig se ha impuesto con cerca del sesenta por ciento de los apoyos en unas primarias con baja participación. De esa forma, revalida la secretaría general de la segunda federación con mayor número de militantes frente a su rival, el alcalde de Burjassot, Rafa García.

Con esta victoria -que ya se vislumbró con la recogida de avales en la que consiguió 7.584 frente a los 4.411 de García-, Puig tiene ahora la complicada tarea de conformar la que será su nueva Ejecutiva, en la que deberá incorporar a los sectores sanchistas. El congreso para renovarla tendrá lugar el fin de semana del 29 y 30 de julio en Elche.

La candidatura de Puig se ha impuesto en Valencia capital y en Alicante, mientras García lo ha hecho en Castellón.

Con este triunfo, el presidente de la Generalitat puede respirar más tranquilo. Aunque el pulso ha resultado duro, una derrota habría significado un fuerte debilitamiento de su liderazgo con la bicefalia por la que apostaba la candidatura de García. En un Gobierno compartido con Compromís, y a dos años de las elecciones autonómicas, perder el control orgánico hubiera supuesto un obstáculo absoluto para la toma de decisiones, ya que ésta requiere una coordinación con el partido.

Imagen de Rafa García tomada este domingo
Imagen de Rafa García tomada este domingo- EFE

El proceso de primarias ha evidenciado la división que existe entre los socialistas valencianos tras el comité federal del PSOE. Puig firmó para forzar la caída de Sánchez y posteriormente dio su apoyo a Susana Díaz, un posicionamientos que el secretario general no ha podido olvidar. Decidió entonces iniciar una arriesgada jugada para remover a los barones críticos, como es el caso de Puig.

El objetivo, sin embargo, no resultaba tan sencillo. El presidente de la Generalitat se encuentra gobernando tras 20 años de Ejecutivos del PP, lo que resultaba una de sus mejores defensas. Durante estas semanas de campaña, también ha sabido separar el proceso nacional del autonómico, ya que muchos referentes sanchistas se han colocado a su lado.

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La maniobra, además, suponía un mecanismo para medir los apoyos del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien es también líder de los socialistas de la provincia de Valencia. A lo largo del proceso ha evitado pronunciarse a favor de Rafa García o dejarse ver por el territorio, e incluso parecía no estar del todo convecido de este pulso. Aun así, resulta palmario que el alcalde de Burjassot no habría dado un paso adelante sin contar con el beneplácito de Sánchez.

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