Un año perdido para el ahorro

A poco menos de dos meses para que concluya el actual ejercicio, puede ya decirse que el 2018 ha sido[…]

A poco menos de
dos meses para que concluya el actual ejercicio, puede ya decirse que el 2018
ha sido un año perdido para el ahorro.  Y
perdido no significa que los ahorradores/inversores no hayan podido lograr
alguna rentabilidad como debe ser siempre su objetivo, sino, simplemente, que
habrán visto disminuir su patrimonio financiero por obra y gracia del mal
comportamiento de los mercados. Octubre, siempre peligroso para la evolución de
los mercados financieros,  ha sido, una
vez más, nefasto para las carteras. Sólo en ese mes, el patrimonio de los
fondos de inversión se ha depreciado en España casi 7.000 millones de euros
,
algo que no se conocía desde la caída de Lehman Brothers, auténtico  hito de la última crisis financiera, en
septiembre de 2008.

Al ahorrador
sólo le queda ahora aguantar este chaparrón y no hacer oídos sordos a la
opinión generalizada de casi un millar de asesores financieros que la semana
pasada, convocados por EFPA España, celebraron su congreso en Sevilla y
recomendaron un cierto distanciamiento del mercado de renta variable
durante el
próximo ejercicio. El consejo resulta especialmente importante para quienes
tuvieran la tentación de pensar, un año más, que a la Bolsa española le toca ya
recuperarse.

Ya sabíamos que
no iba a ser un ejercicio fácil, pero pocos podían imaginar que el escenario
sociopolítico iba a cambiar tanto, ni que las amenazas de Donald Trump se
convirtieran en realidad
sin que su propio partido o la opinión de las
principales instituciones económicas le hicieran entrar en razón. Nos hemos
encontrado en medio de una tormenta perfecta sin que nadie pueda asegurar que
la situación todavía puede empeorar más.

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