Sánchez mantiene el veto y pone en riesgo la cumbre del Brexit
El debate sobre el Brexit voló ayer hasta La Habana, donde el presidente del Gobierno se encuentra de visita oficial[…]
El debate sobre el Brexit voló ayer hasta La Habana, donde el presidente del Gobierno se encuentra de visita oficial mientas en Bruselas se suceden las negociaciones, en particular las relativas a la cuestión de Gibraltar. La posición del Gobierno sigue sin existir un acuerdo, a pesar de la «nueva reunión» entre representantes de España y Reino Unido en la capital comunitaria: «No tenemos todas las garantías respecto a Gibraltar». Preguntado por ello explícitamente en rueda de prensa, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, fue contundente, aunque sin entrar en detalles: «España sigue manteniendo el veto».
Fuentes gubernamentales desplazadas en La Habana insisten en que es «impensable que haya acuerdo (sobre el Brexit) sin España» y ya contempla que el Consejo Europeo convocado para el próximo domingo pueda no celebrarse, «porque no se va a celebrar un consejo a 26».
Esto es, si no hay cambios, Sánchez trasladará al Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que España rechazará el acuerdo, dejando en el aire que la cumbre se suspenda. «Si no hay acuerdo lo que va a ocurrir es que el Consejo no se celebre», aseguró ayer Sánchez desde La Habana. El Ejecutivo de Sánchez insiste en que «exigimos todas las garantías y mientras no las tengamos no habrá acuerdo». Lo que quiere el Gobierno es que quede perfectamente especificado que el futuro encaje de Gibraltar con la UE «no va a salir de un acuerdo entre Reino Unido y la UE sin que sea previamente acordado con España».
Sánchez, la semana pasada
La oposición parlamentaria, sobre todo el PP, ha criticado a Pedro Sánchez por no pelear una buena negociación del Brexit para España, pero también por no darse cuenta de que estaba perdiendo la jugada y, al mismo tiempo, una oportunidad como no se había dado en siglos respecto a Gibraltar, informa Mariano Calleja. En una rueda de prensa el pasado 16 de noviembre, Sánchez calificó de «razonable» el acuerdo, y demostró que no se había enterado del alcance real que tenía para los intereses de España, a pesar de que el PP se lo había advertido en reiteradas ocasiones en el Congreso de los Diputados.