Sánchez abogaba por que gobernase el ganador de las elecciones

«En Reino Unido quien pierde las elecciones dimite, y en Andalucía se queda para bloquear». El 8 de mayo de[…]

«En Reino Unido quien pierde las elecciones dimite, y en Andalucía se queda para bloquear». El 8 de mayo de 2015, en plena resaca de las elecciones autonómicas celebradas en esa comunidad en el mes de marzo, Pedro Sánchez pronunció esta frase reclamando que se permitiese gobernar a la fuerza más votada.

Hoy, el secretario general socialista se mantiene en el «no» a Mariano Rajoy, inamovible, y bloqueando la formación de un Ejecutivo desde el 20 de diciembre de 2015. El Partido Popular es la formación con más votos y Sánchez acumula no una, sino dos elecciones generales consecutivas obteniendo
el peor resultado de la historia de su partido
con 90 y 85 diputados, respectivamente.

Fue en un mitin en Gijón, de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2015, donde Pedro Sánchez reclamó ante más de 2.500 personas que se permitiese gobernar en Andalucía a Susana Díaz, compañera de su partido, que por algo era la vencedora de los comicios andaluces.

Fernández, «no» al bloqueo

En aquella ocasión, acompañaba a Sánchez el entonces candidato a la reelección como presidente de Asturias, Javier Fernández ?ahora ya dirigente de dicha autonomía?; uno de los barones que ha planteado a Sánchez la posibilidad de abstenerse ante el PP. Fernández aludió el pasado julio a «no construir una ratonera» que condenase al país a terceras elecciones y calificó de error emprender una alternativa «imposible» al Gobierno de Rajoy.

Este jueves, Fernández reiteró su parecer en este asunto e hizo un llamamiento para evitar que se prolongue durante más tiempo la actual incertidumbre política. En el Día de Asturias, el presidente de esta Comunidad Autónoma expresó su deseo de que este panorama no «degenere en un hartazgo ciudadano contra la irresponsabilidad de sus representantes».

Además, el dirigente socialista hizo notar que «las oportunidades perdidas en el pasado» deberían servir para recapacitar en el presente.

Elecciones andaluzas

En las elecciones al Parlamento de Andalucía a las que entonces se refirió Sánchez, el PSOE obtuvo 47 escaños, muy por encima de los 33 logrados por el PP. Al contrario que en España, allí sí se consiguió constituir un Ejecutivo gracias al apoyo blindado a Díaz por Ciudadanos que con sus nueve escaños dieron a la presidenta autonómica una mayoría suficiente para gobernar ?la mayoría absoluta en esta región está marcada en 55 escaños?.

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Para que la formación naranja aupase con sus votos a Díaz a la presidencia, ésta tuvo que suscribir el mismo pacto anticorrupción que firmó Rajoy en agosto con Ciudadanos y que, ahora, a Sánchez le parece insuficiente.

Tampoco convencen al secretario general del PSOE las cien medidas que coinciden en el pacto para la investidura de Rajoy con las que en su día firmaron Albert Rivera y el propio Sánchez en la investidura fallida del socialista durante la XI Legislatura, tras la que se llamó nuevamente a las urnas por la imposibilidad de erigir un Gobierno.

Ahora han cambiado las tornas para Sánchez. Ya no es él quien clama por el desbloqueo sino quien con su «no» tiene al país al borde de las terceras elecciones consecutivas en un año, algo sin precedentes en ningún país democrático.

La propia Díaz, por quien Sánchez alzó la voz en aquel mitin de la primavera de 2015, es otra de las que han pedido la abstención del PSOE ante el «desastre» que supondrían las terceras elecciones.

Sin ir más lejos, el mismo 26 de junio, nada más conocerse los resultados de las votaciones, Díaz invitó a «actuar en consecuencia» de la victoria del PP. «Los ciudadanos no han confiado en el PSOE para formar Gobierno. Es algo que tenemos que aceptar», sentenció entonces la presidenta de Andalucía.

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