«Que me haga ese favor, que vienen las elecciones»

La aspiración de Luis Rubiales de presidir la Real Federación Española de Fútbol no es de anteayer. Hace al menos[…]

La aspiración de Luis Rubiales de presidir la Real Federación Española de Fútbol no es de anteayer. Hace al menos tres años que esa idea rondaba en la cabeza del presidente de la AFE, más aún cuando en 2016 fueron saliendo a la luz los primeros casos de presunta corrupción contra Ángel María Villar y se empezaba a vislumbrar el final de una etapa. De hecho, amaga con presentarse a la reelección, pero finalmente decide quedarse a la sombra del eterno presidente. Todos le ven como su delfín: el otro aspirante, Jorge Pérez, le acusa de practicar juego sucio contra su candidatura, e incluso Gorka Villar llega a declarar que el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) sería el sucesor adecuado de su padre.

Es en todo este contexto, con Rubiales optando a todo, cuando supuestamente habría intentado eliminar un episodio que podría complicar su futuro como dirigente deportivo. De hecho, un juzgado de Valencia ha terminado abriendo diligencias para determinar si cometió un presunto delito de administración desleal al intentar pagar la reforma de su vivienda particular con fondos de la AFE.

Tapar el escándalo

Según el testimonio de Juan José García Valverde -marido de la arquitecto que ha denunciado a Rubiales por impago y por una presunta agresión- dos directivos de la AFE se reunieron con él en esa época para intentar convencerle de que devolviera el dinero que había cobrado por parte del sindicato, más de 28.000 euros, pero sobre todo para que el proyecto de la Ciudad de Futbolistas que estaba realizando Yasmina Eid-Macheh lo firmara otro arquitecto.

De la transcripción de las grabaciones a las que ha tenido acceso ABC se deduce que uno de los emisarios de Rubiales le dice que «está preocupado porque vienen las elecciones» y sospecha que «quieren sacar en la prensa» que la arquitecto que había realizado la reforma de la vivienda personal del entonces presidente de la AFE era la misma que estaba emprendiendo el proyecto estrella del sindicato de futbolistas. «Me dice que por favor devolváis el dinero, que el proyecto lo va a hacer Yasmina, pero que lo firme otro arquitecto, que me haga ese favor», era el principal ruego que le transmitieron a Juan José García Valverde en esa comida celebrada en Valencia.

En la denuncia presentada por el presidente del Centro Nacional de Entrenadores, Miguel Ángel Galán, también consta que hubo otros encuentros en los que, según los testimonios de Yasmina Eid-Macheh y su marido, directivos de la AFE y el propio Luis Rubiales habrían acudido a la capital del Turia a intentar convencerlos de la devolución del dinero abonado por el sindicato y del cambio de la autoría del proyecto. Según las grabaciones aportadas a la causa, es en la última de estas reuniones en la que se produce la presunta agresión que llevó a la arquitecto a denunciar por lesiones al actual presidente de la Federación, que había acudido también al lugar junto a otros dos directivos del sindicato. «Él me agrede», relata Yasmina, refiriéndose a Rubiales, y asegura que tiene como testigo a una mujer que pasaba por el lugar de los hechos. A estos dos contenciosos hay que añadir un tercero, también contra el presidente de la Federación, por el impago de los trabajos de la reforma de la casa.

Investigada por acoso

Tanto Rubiales como la AFE niegan la versión de los denunciantes. El sindicato recuerda que interpuso una demanda judicial de resolución de contrato y reclamación íntegra de los 28.000 euros abonados porque el proyecto «no fue ejecutado en los términos convenidos». Esta demanda está siendo tramitada en otro juzgado valenciano, en concreto el número 4.

Y por si todo esto fuera poco, Rubiales denunció a la arquitecto por acoso, injurias y allanamiento de morada. Precisamente, la semana pasada el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia decidió sobreseer el caso por allanamiento de morada, injurias graves o amenazas, pero sí ha imputado a Yasmina Eid-Macheh por un delito de acoso. El auto, al que ha tenido acceso ABC, considera probado que desde febrero de 2017 Eid-Macheh «intentó atacar la buena fama del señor Rubiales, con actos y frases de contenido insistente. En concreto, Yasmina comenzó a estar cerca del domicilio del denunciante, enseñando un juego de llaves de la vivienda reformada que aún tenía en su poder la denunciada».

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El auto también narra que «en momentos posteriores perseguía al señor Rubiales, manifestando frases similares a las siguientes: "Te voy a romper los huevos, cabrón, hijo de puta, caradura, ladrón, todo el mundo va a saber quién es Luis Rubiales, un ladrón y un estafador"».

Además, relata dos sucesos ocurridos en el verano de 2017: uno en el que la arquitecto se acercó a Rubiales, le siguió y terminó gritando: «Está aquí, es él, Luis Rubiales es un estafaldor»; en el segundo, amenazó a Rubiales y a un amigo suyo con «contar a todos este tema» y le dijo «que iba a hacer todo lo que pudiera para dar a conocer al Sr. Rubiales y sus acciones».

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