No hay paz para unos mercados con la vista puesta en el 8 de noviembre
Nos esperan auténticas sesiones de infarto hasta la celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el martes 8 de[…]
Nos esperan auténticas sesiones de infarto hasta la celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el martes 8 de noviembre. Y, dependiendo del resultado, es muy probable que la inestabilidad continúe pasado el proceso electoral.
En las últimas semanas, las bolsas caminaban con una cierta tranquilidad hacia una fecha marcada en rojo por los inversores. Los continuos exabruptos y salidas de tono del candidato republicano Donald Trump, que ha perdido hasta el apoyo de los pesos pesados de su partido, concedían una cómoda ventaja en las encuestas a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Casi nadie dudaba ya de su victoria. Las elecciones estaban a punto de convertirse en un trámite y sólo quedaba ver cómo gestionaba la derrota Trump, dado que desde un primer momento amenazó con denunciar el resultado electoral si perdía.
Pero el reciente anuncio del FBI de reabrir la investigación sobre los correos privados de Hillary Clinton durante su etapa de secretaria de Estado, que fue cerrada en julio, se ha convertido en el eje sobre el que gira la recta final de la campaña. Y ha dado alas a un casi desahuciado Trump, que ha visto cómo recupera las opciones de victoria que se habían esfumado por culpa de una desastrosa estrategia.
Un golpe muy duro para las bolsas, que sienten pánico de los populistas. Y más de Donald Trump, una mezcla de Silvio Berlusconi y Jesús Gil, que puede poner patas arriba la economía mundial con sus amenazantes propuestas.Al mismo tiempo, la reapertura de la investigación sobre el uso de su email privado para enviar información oficial, deja en evidencia la fragilidad como candidata de Hillary Clinton. Aunque el director del FBI, James Comey, ha reconocido que no tiene claro si los correos analizados aportarán algo novedoso a la investigación y cuánto tardarán en saberlo, tan solo el anuncio de la reapertura del caso ha sido suficiente para que Clinton dilapide buena parte de la ventaja acumulada durante la campaña electoral. Eso confirma el gran recelo que esta candidata despierta entre los estadounidenses, que la ven como una política con muchas zonas oscuras y con relaciones personales muy poco recomendables.
El caso es que tras el 'Brexit', las bolsas están para muy pocas bromas. Pero la de Donald Trump puede resultar muy pesada.