La mansión de Charlie Chaplin en Suiza se convierte en museo

La casa de Corsier-sur-Vevey, la pequeña localidad suiza en la que vivió durante veinticinco años, y en la que murió[…]

La casa de Corsier-sur-Vevey, la pequeña localidad suiza en la que vivió durante veinticinco años, y en la que murió el día de Navidad de 1977, es ya un museo dedicado a Charles Chaplin. Se ha inaugurado el 16 de abril, fecha en la que nació en Gran Bretaña, en 1889, uno de los grandes mitos de la historia del cine.

La creación del museo, llamado «Chaplin's World» (El mundo de Chaplin) se gestó en 2000, gracias a una idea del arquitecto suizo Philippe Meylan y de Yves Durand, comisario artítico canadiense y gran aficionado al cine de Chaplin. El proyecto ha contado con la colaboración de los herederos del cineasta y las autoridades del Canton de Vaud -en el que se encuentra Corsier-sur-Vevey-, que han visto la posibilidad de un filón turístico y económico.

La mansión de Chaplin
La mansión de Chaplin- Efe

Las obras de transformación de la casa donde Chaplin vivió con su mujer, Oona, desde el año 1952 -llegó a Suiza huyendo de la «caza de brujas» de McCarthy-, han durado dos años. Eugene y Michael, dos de los ocho hijos de Chaplin y Oona, vivían todavía en la casa cuando los creadores del proyecto contactaron con ellos para explicarles su idea. Debieron ser convincentes, ya que además de venderles la vivienda les cedieron los derechos exclusivos, y les facilitaron los álbumes fotográficos, objetos y películas caseras que formarán parte de la exposición permanente.

Jean-Pierre Pigeon, director del museo, ha relatado que su objetivo es «presentar un retrato completo de Chaplin como artista y persona, sin obviar incluso su faceta de mujeriego». Los visitantes que no estén tan familiarizados con el legado del también cineasta, podrán conocerlo mediante un documental que proyectará en una sala de cine recién construida, con capacidad hasta para 150 personas.

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Los creadores del museo y los hijos de Chaplin, en la inauguración
Los creadores del museo y los hijos de Chaplin, en la inauguración- Efe

«Chaplin's World» está dividido en tres grandes áreas: la mansión, el estudio y los jardines. En la primera se mostrarán los aspectos más relacionados con la vida privada y familiar de Chaplin, con muchos muebles y objetos pertenecientes al creador de Charlot. En el Estudio se han recreado los decorados de algunas de las grandes peliculas del actor y director, y se podrán ver sus filmaciones personales; y, finalmente, los jardines, con sus extraordinarias vistas de los Alpes, servirán para que el visitante sienta las mismas sensaciones que tuvo el artista. El segundo piso de la casa, de doscientos cincuenta metros cuadrados, se podrá alquilar para eventos privados, y en el museo hay también un restaurante, bautizado «The Tramp».

En la decoración destacan las más de treinta figuras creadas por los artistas del museo de cera parisino Grévin, y que además de recrear distintos y emblemáticos personajes de la carrera de Chaplin, imaginan a personalidades de la polítca, del cine y de la música: Gandhi, Winston Churchill, Buster Keaton, Sophia Loren, Roberto Benigni, Federico Fellini o Michael Jackson. La Fundacion Grévin es una de las patrocinadoras del proyecto.

Un aspecto de la exposición permanente
Un aspecto de la exposición permanente- Reuters

Los responsables del museo han creado una app que incluye una guía de una hora por el lugar, más de un centenar de imágenes, la mayoría de ellas inéditas, o un mapa para circular por la Mansión.

Sir Charles Spencer Chaplin nació el 16 de abril de 1889 en uno de los barrios más pobres de Londres, en el seno de una familia de artistas de variedades, por lo que desde niño actuó en musicales y pantomimas, sin imaginar que alcanzaría la fama con sus filmes mudos y pasaría a formar parte de la historia del cine.

En 1910 viajó a Estados Unidos en una gira con la compañía para la que trabajaba, y se estableció en ese país de manera definitiva dos años después. Apareció por primera vez en la pantalla grande en 1913, en cintas de la Keystone, de Mack Sennett, pero fue en el cortometraje «Carreras de autos para niños» (1914) donde interpretó por primera vez el papel del vagabundo Charlot. A este entrañable personaje de anchísimos pantalones, enormes zapatos, bombín y bastón de bambú, lo encarnó en más de 70 películas.

Recreación de «El gran dictador»
Recreación de «El gran dictador»- Afp

Su creación de Charlot es un símbolo universal de la individualidad indestructible, triunfante contra la adversidad y la persecución, tanto humana como mecánica, mismo que le dio fama mundial como comediante y actor dramático.

Chaplin perfeccionó un estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo, combinando la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia facial, con un sentido del ritmo impecable.

Dado su éxito, en 1915 se asoció con la compañía Essanay, después con la Mutual y con la First National, hasta tener sus propios estudios en Hollywood, en 1918. En 1919 fundó, junto con Mary Pickford, Douglas Fairbanks y D.W. Griffith la United Artists Corporation, en la que seguiría hasta 1952.

Durante esos años de cortometrajes desarrolló de forma paulatina su peculiar personaje, tras la famosa producción de «El vagabundo» (1915). Nunca separó el estereotipo del payaso travieso de la figura humana y compasiva que llega a impactar en los espectadores de todo el mundo.

Las botas, el bastón y el bombín de Charlot
Las botas, el bastón y el bombín de Charlot- Efe

Todas sus películas más renombradas marcaron récords sucesivos de taquilla, no obstante a que algunas se realizaron durante la época del cine sonoro, mismo que a su llegada, a finales de la década de los años 20 del siglo pasado, no perjudicó la efectividad de su pantomima, de la que dependía en gran parte su creación.

Al mismo tiempo comenzó a manifestar su preocupación por los problemas sociales de su época, y luego abandonó el papel del vagabundo para hacer personajes específicos, una transición que marcó «El gran dictador» (1940), en la que ya usó plenamente los recursos del cine sonoro. A esta producciones le siguieron otras de gran importancia como «Monsieur Verdoux» (1947) -en la que apareció por última vez su personaje de Charlot-; «Candilejas» (1952) y «Un rey en Nueva York» (1957).

Aparte dirigió, sin protagonizarlas, «Una mujer de París» (1923) y «La condesa de Hong Kong» (1966), filme en el que hizo un pequeño papel. Asimismo, compuso la música de la mayoría de sus trabajos cinematográficos. El enfoque «chapliniano» combinó la sátira y el patetismo melodramático, bajo los que latió el amor a la humanidad y a la libertad individual. A Chaplin también le gustó escribir y de esta actividad surgieron dos libros: «Mi autobiografía» (1964) y «Mi vida en el cine» (1975).

Una imagen de Charlot a la entrada al recinto
Una imagen de Charlot a la entrada al recinto- Efe

Pero no todo fue gloria para el realizador, ya que a finales de la década de los años 40 y principios de los 50 sufrió la persecución del McCarthysmo o caza de brujas por su pensamiento político de izquierda, lo cual lo obligó a abandonar Estados Unidos en 1952 y establecerse en Suiza. En 1972 volvió brevemente para recibir varios premios, entre ellos un Oscar honorífico, por su contribución a la cinematografía.

La salud del actor comenzó a disminuir desde mediados de la década de 1960, cuando concluyó el rodaje de «La condesa de Hong Kong»; posteriormente se le diagnosticó demencia senil, una enfermedad degenerativa que le causó diversas complicaciones visuales, motoras y de comunicación; también padecía asma.

Chaplin, quien en 1975 fue nombrado Sir en su tierra natal y en alguna ocasión expresó: «Yo no soy un político; creo en la libertad. Esa es toda mi política», murió el 25 de diciembre de 1977, en Corsier-Sur-Vevey, Suiza.

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