La economía mundial

Las políticas económicas aplicadas por los países desarrollados tras la grave crisis que se inició en el verano de 2007,[…]

Las políticas económicas aplicadas por los países desarrollados tras la grave crisis que se inició en el verano de 2007, entre las que ha jugado un papel decisivo la descomunal expansión monetaria llevada a cabo por los principales bancos centrales, han llevado a que la mayoría de los activos radicados en esas áreas desarrolladas alcancen niveles de valoración elevados.

Las expansivas políticas monetarias no se han trasladado, por una serie de razones que sería largo de relatar, a la economía real, como lo demuestran los bajos niveles de inflación, pero desde luego sí que lo han hecho a los de inversión y de ahí las valoraciones actuales.

Aunque puede sonar un poco llamativo, las altas valoraciones no suelen ser indicativas de una mayor probabilidad de bruscas caídas de las cotizaciones en el corto plazo, aunque suelen garantizar unos bajos retornos de la inversión en el largo. Por lo tanto, la decisión de mantenerse al margen del mercado porque los precios son altos no es estrictamente correcta. No obstante, sí que nos debe llevar a mantener la alerta, pues no dispondremos de uno de los elementos de tranquilidad en las correcciones agudas de precios: saber que el valor de lo que tenemos es superior a la cotización con el que se está negociando en mercado y que ese valor lo recuperaremos, bien a través de repuntes de precio, o mediante mayores rendimientos futuros. Recordemos tal y como dice Warren Buffet, que el precio es lo que pagas y el valor lo que a cambio recibes.

Las crisis se caracterizan por ser básicamente imprevisibles; lo único que es cierto es que siempre habrá un charlatán jactándose de que la había predicho y seguramente será verdad, como también lo será que no ocurrieron las otras 19 que anticipó... Bueno, volviendo al tema que nos ocupa, sí es importante conocer sobre qué bases económicas se asienta la situación actual y seguir cercanamente su devenir.

Las elevadas cotizaciones de las acciones y, en general, de los activos de riesgo, se basa en la realidad del buen momento económico, combinado con un nivel contenido de inflación, que permite a los bancos centrales ir retirando de una manera gradual y paulatina los estímulos monetarios.

Pues bien, la economía mundial se estabiliza en niveles altos de crecimiento, mostrando además un ritmo robusto y sincronizado. Si bien es cierto que vemos que los países avanzados siguen por delante de los emergentes, la salida de las profundas depresiones de Rusia y Brasil sugieren que la actividad global va a estar más sincronizada y que se corregirán las divergencias. Dentro del bloque desarrollado destacan el rebote de Estados Unidos y el sorprendente desempeño de Europa.

China está mostrando un buen comportamiento, pero creemos que tendrá que ajustar su crecimiento a bases más sostenibles que las actuales, sobre todo por la expansión de la deuda.

En el frente de la inflación no hay novedades, sigue contenida, pues aunque veamos repuntes en los componentes más volátiles, la subyacente sigue prácticamente sin cambios significativos.

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Los bancos centrales están deseando retirar los estímulos monetarios para volver a recuperar munición con la que hacer frente a una nueva crisis, pero también tienen en su pensamiento retirarlos de una manera ordenada, gradual y sin perjudicar el buen momento económico actual. Lo cierto es que la inflación les sigue dando apoyo para que así lo hagan. Los bancos centrales reducirán su balance y subirán sus tipos de referencia, pero no lo harán de una manera abrupta, al menos mientras persistan las circunstancias actuales.

La conclusión es sencilla, seguimos siendo constructivos en los activos de riesgo, especialmente en la renta variable.

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