Italia cerró el 2016 en deflación, lo que no ocurría desde el año 1959

Italia da un salto hacía atrás de 57 años. El Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat) ha confirmado que Italia[…]

Italia da un salto hacía atrás de 57 años. El Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat) ha confirmado que Italia cerró el 2016 con una tasa media de inflación negativa, situándose en el -0,1 %. Se confirman así los datos preliminares publicados el 4 de enero. Italia no se veía en deflación desde el lejano año 1959. De todas formas, el mes de diciembre 2016 vio en Italia una recuperación de la inflación tanto en base mensual (0,4%) como en términos interanuales (0,5 %).

Esta subida de la inflación en diciembre no se vio influenciada por las compras navideñas, sino, según explica el Istat, fue debida sobre todo al incremento del precio de los servicios de transporte (2,6%), de los energéticos no regulados (hasta 2,4%, desde el 0,3% de noviembre) y de los alimentarios no elaborados (1,8%, mientras el mes precedente fue el 0,2%). Los sectores que resultaron en deflación, en términos interanuales, fueron comunicaciones (-3,1%), casa y energía (-1,9%), educación (-0,9%).

Coldiretti, la asociación italiana de agricultores, considera que, si bien en base anual los precios de bienes alimentarios aumentaron el 0,2%, hubo una fuerte caída de los precios en productos agrícolas, «a consecuencia de las especulaciones y de las importaciones salvajes», que hacen competencia desleal a la producción nacional porque se venden como «made in Italy», a causa de una falta de indicación clara sobre el origen de los productos.

Temor a la ofensiva alemana sobre el BCE

Mientras en Italia el coste de la vida aparece estancado, aunque registró una variación positiva en diciembre, el resto de los países empiezan a correr: La inflación media en Europa en el 2016 ha sido del 1,1% y en Alemania el 1,7%, un nivel éste último no muy distante del objetivo del 2% fijado por el banco Central Europeo.

Estos datos hacen aventurar para este año fuertes tensiones entre Alemania e Italia. Se considera que las presiones alemanas sobre el Banco Central Europeo (BCE) y su presidente, el italiano Mario Draghi, serán enormes para que haya un aumento de los tipos de interés. Para Italia sería un auténtico desastre, dado su nivel de deuda pública: 2250 billones de euros, lo que representa el 134,5 del PIB.

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