Hillary eclipsa a Trump entre los estadounidenses en España
Con una Hillary Clinton de cartón junto a la que varios jóvenes hacen cola para unos selfies y el lema[…]
Con una Hillary Clinton de cartón junto a la que varios jóvenes hacen cola para unos selfies y el lema de la campaña «Stronger together» apostado a la entrada, la Casa de Soria, a unos metros de la Puerta del Sol, es sede por unas horas del Partido Demócrata de Estados Unidos durante el último debate presidencial. Lo organiza Democrats Abroad España, oficialmente parte orgánica del Partido desde 2004. Este despliegue «azul» contrasta con la poca presencia republicana en nuestro país.
«Yo voto por Hillary e incluso voté por ella en 2008 por delante de Obama. Pero mi padre vota por Donald Trump para que baje los impuestos» dice la tesorera de la delegación madrileña, Tina, una californiana que lleva ya varios años en España. Como ella, la mayoría de los voluntarios de Democrats Abroad son jóvenes, salvo el presidente Gil Carbajal, residente en España desde 1974. Según sus datos, más del 70% de los estadounidenses en España que votaron en las primarias demócratas optaron por Bernie Sanders, el candidato más a la izquierda del partido en los últimos años. «La mayoría son jóvenes que enseñan inglés, eso explica que se votara más por él que en muchos otros países. Aunque ahora en general se han puesto con Hillary contra Trump» cuenta.
Al inicio del debate, entre aplausos a Hillary y risas de incredulidad cuando habla Trump, una joven de Illinois se acerca a los miembros de Democrats Abroad con su voto y los documentos necesarios para oficiarlo por correo. «Conocí esta organización en enero cuando escribieron en un grupo de auxiliares de conversación en Facebook. He venido a algunos de los eventos e incluso he hecho nuevos amigos aquí», cuenta. Los ciudadanos fuera del país conforman su propia «circunscripción en las primarias demócratas», explica Gil Carbajal, que ha sido delegado de la Convención Demócrata para elegir candidato. Mantienen la organización con financiación privada y donaciones, sin fondos públicos, recaudando de eventos como la retransmisión en diferido de este último cara a cara de la campaña, con dos salas repletas, merchandising «demócrata» y aderezado con cañas dobles de cerveza a 2,5 euros.
El Partido Republicano carece de una organización equivalente en España. Los del elefante rojo solían contar con Republicans Abroad, pero sus antiguos representantes se marcharon de nuestro país, según ha podido saber ABC. Fue sucedida en 2013 por Republicans Overseas. «Están escondidos ahora por Trump», dicen desde el lado demócrata. Aunque menos organizados y posiblemente en menor número que los partidarios de Hillary, en España también salen adelante seguidores del magnate. «Los hay pero son pocos, la mayoría está en contra de los dos candidatos», cuenta Scott, administrador de Americanos en Madrid. Este guía turístico natural de Ohio se muestra muy crítico tanto con Hillary, de quien dice que está muy vinculada con la élite de Washington, y con Trump, a quien acusa de falto de experiencia pero que «tiene pasión, para lo bueno y para lo malo». Scott no ha querido decir a quién votó.
«Mi padre vota a Donald Trump»
Por su parte, Glenn, militar retirado, reside desde hace cinco años en El Puerto de Santa María, dedica su tiempo libre al voluntariado en un comedor social. «Estoy registrado en Florida y hoy acabo de enviar mi voto. He votado contra Hillary Clinton. Mientras que ella es una profesional de la política, Trump no lo es, es un hombre de negocios y tiene mucho que aprender sobre diplomacia, pero sí tenemos algunos valores básicos en común: la inmigración debe ser controlada y estoy en contra del aborto», dice a ABC. «No era el mejor candidato, prefería a Carson, Rubio o Bush, pero no quiero que gane Hillary y siga la política de Obama, necesitamos un cambio», asevera. Para Katie, de California, tienen que elegir entre lo peor y lo menos malo, «cuando debería ser entre los mejores».
En EE.UU. no hay un sistema electoral único, sino tantos como estrellas tiene su bandera. El votante estadounidense primero debe registrarse para votar en su residencia legal en Estados Unidos. Muchos estados cerraron el plazo el pasado 10 de octubre, pero en otros como Vermont, de donde es senador Bernie Sanders, sus votantes en el extranjero tienen hasta el próximo 2 de noviembre. Este es el caso de Michael, informático de 25 años, que está en pleno proceso para registrarse. «Lo estoy haciendo gracias a mi hermano, es mi primera vez. Tengo que probar que mi residencia está en Vermont y cuando el juez o quien se encargue en la localidad lo apruebe me mandarán el voto», explica. Dependiendo del estado se puede conseguir el voto por email, fax o descargándolo por internet. Luego el votante puede enviar su papeleta a través de la Embajada de EE.UU. de forma gratuita o por correo -asumiendo los costes-, según informa la sede diplomática en Madrid. Michael votará por Hillary Clinton, por personificar la continuación de las ideas de Obama. «Mis amigos en EE.UU. están horrorizados con esta campaña, la mayoría votará por Hillary, pero algunos de ellos, que viven en Nueva York y apoyaban a Sanders, han optado por no votar. Me parece irresponsable», añade.
Seis millones de estadounidenses viven en el extranjero, pero solo 2,6 podrán votar, ha informado la cadena CBS en un artículo sobre la importancia del voto en ausencia este año en estados con resultados ajustados. En 2012 solo votó el 5%. 30.183 estadounidenses residen en España, según el INE. Alyssa, una texana de 25 años de ascendencia india, no va a votar porque lo ve inútil. «Al contrario de los ?swing states? (estados pendulares), donde no hay nada decidido, Texas va a ser rojo, siempre va a ser republicano. Lo respeto. Entiendo la idea republicana, que no es Trump, sino trabajar mucho, ganar dinero y no pagar muchos impuestos. Se tiene que controlar la inmigración para que los inmigrantes, los hispanos trabajan como nadie, puedan pagar impuestos y se sientan parte de la sociedad», argumenta.
De 26 años y profesora en Madrid, Analisa, del estado de Washington, votó por Sanders en las primarias y ahora lo hace por Clinton. «Los que vivimos fuera del país solemos tener una mentalidad más abierta», cuenta. Ella vota a Sanders pero el novio de su madre a Trump. «Para él, lo que necesitamos es un cambio, está harto de los políticos, que son corruptos y que no hacen nada. Él trabajó muchos años en una fábrica, como tantos otros que van a votar por él», agrega. Su madre prefiere no hablar de política cuando vuelve a casa.