Falsa amenaza, despliegue real

Falsas amenazas de bomba se producen muchas, pero que un falso aviso obligue a desplegar durante una semana uno de[…]

Falsas amenazas de bomba se producen muchas, pero que un falso aviso obligue a desplegar durante una semana uno de los mayores dispositivos policiales de los que se tiene constancia es excepcional. Es lo que sucedió entre el 22 y el 27 de marzo pasados en Barcelona, cuando al menos dos centenares de agentes de los Mossos d?Esquadra, incluidos los Grupos Especiales de Intervención, y un número indeterminado de miembros de la Policía Nacional y otros cuerpos de seguridad de incógnito, tomaron literalmente la Estación de Sants en prevención de lo que se suponía podía ser una amenaza real de atentado yihadista.

El origen de todo, la pesada broma de un chaval barcelonés de 16 años, ya detenido, que colgó en un foro de internet lo que las brigadas de información policiales creyeron que podía ser una amenaza fundada. «Ni él mismo se podía imaginar el pollo que organizó», aseguraban ayer a ABC fuentes policiales. «Familia normal, aficionado a la informática y los videojuegos, sin ningún vínculo con nada parecido a un grupo terrorista, menos aún islamista...», un joven como cualquier otro que ahora afronta cargos en un caso que coordina la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional.

«Fue una semana muy intensa, aquí estábamos todos», añadía ayer a este diario un agente de los Mossos que participó en el despliegue y que, fusil en ristre, apostado en la Estación de Sants, integraba ayer el que ya era un dispositivo dentro de la relativa normalidad que supone estar en nivel 4 de alerta sobre un máximo de 5.

Coincidencia

Según detalló el consejero de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, diversos factores contribuyeron a la inusual alarma. El joven colgó las coordenadas de la estación de Sants en la red «4chan» -poco conocida, reconocen fuentes policiales-, un día después del atentado de Londres, y siendo la misma red donde anteriormente se habían colgado las coordenadas del puente de Westminster.

«Aunque de inicio se piensa que se trata de una amenaza falsa, por la metodología, los días y el entorno internacional se consideró por las autoridades policiales reforzar los dispositivos de seguridad», apuntó el consejero Jané, quien por otra parte destacó la «absoluta coordinación policial e institucional» entre la Generalitat y el Gobierno en este campo. En las mismas fechas se produjo otra amenaza de atentado en la Estación de Sants, en un caso aún bajo investigación de los Mossos d?Esquadra bajo las órdenes de la Audiencia Nacional.

Durante esa semana, los usuarios de la siempre concurrida estación de Sants percibieron a simple vista el inusual despliegue. «Impresionaba bastante, las furgonetas, los fusiles...», admitía ayer a ABC Daniel, empleado allí.

En cualquier caso, y por si sirve de algo, el consejero catalán apuntó que la detención del joven bromista enseña que «quien hace estas bromas por internet no le sale gratis». Con la seguridad no se juega, zanjó.

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