El asesino de Pioz: 'Pensaba que lo haría a disgusto, pero soy un enfermo'
La deteción de Marvin Henriques Correia el pasado jueves añadió un nuevo capítulo al crimen de Pioz, el asesinato de[…]
La deteción de Marvin Henriques Correia el pasado jueves añadió un nuevo capítulo al crimen de Pioz, el asesinato de cuatro miembros de una familia brasileña en su chalé de esa localidad alcarreña. El joven de 18 años colaboró con Patrick Gouveia, sobrino del hombre asesinado junto a su esposa e hijos. Este domingo, el programa de televisión «Fantástico» ha desvelado los mensajes que los amigos y cómplices intercambiaron durante la matanza. «Durante la ejecución del crimen, Patrick conversaba por WhatsApp en tiempo real con el sospechoso arrestado en Paraíba. Patrick preguntaba cómo actuar, cómo podía ocultar los cuerpos, qué hacer», explicó hace unos días Reinaldo Nóbrega, comisario encargado del caso.
En las conversaciones filtradas por la emisión brasileña, mantenidas a través de la aplicación móvil WhatsApp, Henriques comienza por burlarse de la matanza: «Llegando para matar, jajajaja». Luego Gouveia empieza a informar a su amigo, entonces en Brasil, de los detalles de su crimen. «Llegué con dos pizzas. Conversamos un poco», escribió el criminal. «¿A cuál de los dos has matado primero? ¿A la mujer?», preguntó Henriques. «A la mujer. Después a la más mayor, de tres años. Después al pequeño, de un año», le respondió el asesino, en referencia a los hijos del matrimonio. «Sal desapercibido de ahí. Sal por delante mismo. Como si fueras a pasear o algo así», recibió como consejo.
Los siguientes fragmentos, en los que Gouveia explica que ha utilizado guantes para no dejar huellas, muestran su poco arrepentimiento por el crimen que acaba de cometer. «Haste dudé de mí. Y pensaba que lo iba a hacer a disgusto. Pero me he convencido de una cosa, y es que soy un enfermo», ha revelado «Fantástico». Además, el asesino afirmó que no le importaba ser encarcelado en España, donde tendría una celda para él solo.
Henriques Correia fue arrestado en João Pessoa, capital del estado de Paraíba, en el noreste de Brasil, de donde también era oriunda la familia asesinada el pasado agosto en la localidad de Pioz.
