¿Debo deshacerme de mis lámparas por el fin de las bombillas halógenas?

El próximo 1 de septiembre la comercialización de las bombillas halógenas terminará, y solo podrán venderse aquellas que los propios[…]

El próximo 1 de septiembre la comercialización de las bombillas halógenas terminará, y solo podrán venderse aquellas que los propios comerciantes tengan en existencias. Así lo establece una directiva europea cuyo objetivo es terminar con las fuentes de energía que son consideradas como «ineficientes». Desde el año 2012 se han ido retirando del mercado las bombillas incandescendetes o los focos halógenos, mientras que la semana que viene el turno será para las bombillas halógenas.

La entrada de esta normativa deja sin muchas opciones de compra a los consumidores, siendo la fuente de energía Led la principal. El ahorro que este tipo de bombillas ofrece es considerable, llegando a superar los más de 100 euros al año.

Sin embargo, una pregunta puede surgir a los consumidores. ¿Qué pasa con las lámparas que se tienen en casa? ¿Deben deshacerse de ellas si quieren disfrutar de la tecnología Led en la iluminación del hogar?

El director general de la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum), Alfredo Berges, cuenta a ABC que a día de hoy «es posible sustituir cualquier lámpara halógena o incandescente por una de Led».

Así, la clave para un poder hacer un cambio satisfactorio está en el casquillo de la propia lámpara, que debe encajar tanto en un tipo de bombilla como en otra. «Hay casquillos equivalentes para todos los tipos, con las mismas dimensiones», comenta Berges.

De esta manera, solo hay que buscar el casquillo equivalente para un tipo de bombilla halógena o incasdencente con la Led. En concreto, para los casquillos más comunes -los E27 y E14-, la bombilla incasdencente de 25 vatios es la de 249 lúmenes de Led. La de 40 vatios equivale a la de 470 lúmenes, la de 60 con la 806, la de 75 con la de 1.055 y la de 100 con la de 1.521.

Además, para los casquillos GU10 las equivalencias son: 35 vatios de es igual a una de 200 lúmenes y la de 50 vatios con la de 300. Mientras que para los casquillos GU5.3 la de 35 vatios equivale a 300 lúmenes y la de 50 a 540.

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Reciclado

Igualmente, desde Anfalum recuerdan que en el caso de cambiar un tipo de bombilla por otra, a la hora de desecharla hay que reciclarla. En concreto matizan que «las lámparas y los tubos fluorescentes son de reciclaje obligatorio y hay que someterlos a un tratamiento que separe el polvo de mercurio que contienen». Para ello, recomiendan llevarlos a «los puntos de recogida o entregarlos en los puntos de venta de la nueva bombilla»

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