Corea del Norte confirma que ha realizado con éxito un ensayo nuclear

Corea del Norte ha efectuado este viernes su quinta prueba nuclear, pocos meses después de haber llevado a cabo la[…]

Corea del Norte
ha efectuado este viernes su quinta prueba nuclear, pocos meses después de haber llevado a cabo la cuarta. Según informa la agencia de noticias Yonhap, el Ejército ha surcoreano ha detectado un terremoto artificial de magnitud 5 cerca del silo nuclear de Punggye-ri, donde el régimen estalinista de Pyongyang ya ha llevado a cabo otros ensayos atómicos. Algo que ha confirmado Corea del Norte, al asegurar que la prueba ha sido existosa.

El movimiento sísmico ha tenido lugar a las 9.30 de la mañana (tres de la madrugada, hora peninsular española) y podría haberse debido a una explosión de diez kilotones, a tenor de los primeros cálculos del Ministerio de Defensa surcoreano. Para analizar la situación, el Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur tiene previsto reunirse para analizar este nuevo desafío del joven dictador Kim Jong-un.

Según informa el organismo estadounidense, el «evento» ha tenido una profundidad cero, con un epicentro situado precisamente a tan solo 18 kilómetros de la ciudad de Sungyibaegam, donde se encuentran las principales instalaciones de pruebas nucleares del país. La agencia surcoreana de noticias Yonhap, ya había adelantado la posibilidad de que se tratase de un «ensayo nuclear». La Institución también recalcó que el seísmo tenía un origen artificial.

El suceso ha tenido rápidas consecuencias internacionales. Por el momento, el índice Nikkei japonés ha tornado en negativo, ante la expectación que ha originado el suceso. Por su parte, Corea del Sur ha convocado de urgencia al Consejo Nacional de Seguridad para valorar la situación y valorar las posibles vías de actuación. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono a bordo del Air Force One con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, durante quince minutos. Además, el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, ha instado a sus ministros a permanecer alerta ante el ensayo nuclear que ha calificado de «intolerable». Según fuentes oficiales chinas, el terremoto también habría tenido como origen una explosión. EE.UU. y la ONU han verificado la noticia. Por su parte, tanto China como Japón se encuentran actualmente midiendo la radioactividad en la zona con el fin de poder valorar el alcance del suceso.

Desde 2006, Corea del Norte ha efectuado cuatro pruebas nucleares, la última en enero con una bomba de hidrógeno. A pesar del endurecimiento de las sanciones de la ONU por violar sus resoluciones prohibiendo este tipo de ensayos, Pyongyang ha seguido adelante con su retórica belicista y probando nuevos misiles durante todos estos meses.

Con sus amenazas, este anacrónico régimen estalinista, la última frontera que queda de la Guerra Fría, juega la baza de su «diplomacia atómica» para mantenerse en el poder y forzar las negociaciones con la comunidad internacional, rotas desde hace ya varios años.

Poco después de su primera prueba nuclear, Pyongyang llegó en 2007 a un acuerdo en las conversaciones a seis bandas de Pekín, que incluyen a las dos Coreas, EE.UU., Rusia, China y Japón, para detener su programa atómico a cambio de reconocimiento diplomático, petróleo para suplir su falta de energía y ayuda humanitaria para su sufrido pueblo. Pero su compromiso se vino abajo en 2008 por las dificultades para comprobar su desarme. En 2009, su segundo ensayo nuclear y nuevas pruebas de misiles volvieron a elevar la tensión en esta conflictiva región del noreste asiático, donde aún permanecen acantonados 28.500 soldados estadounidenses en la frontera del Paralelo 38. En esta escalada, las dos Coreas estuvieron a punto de ir a la guerra en 2010, cuando perecieron 46 marineros del Sur en el hundimiento de la corbeta «Cheonan», al parecer por un torpedo del Norte, y Pyongyang bombardeó una isla próxima a su frontera donde murieron cuatro personas.

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Cuando Kim Jong-un sucedió en diciembre de 2011 a su padre, el difunto «Querido Líder» Kim Jong-il, pareció abrirse un clima de distensión. Pero el obeso dictador volvió pronto a las bravuconadas para consolidar su poder y en 2013 no solo llevó a cabo su tercer ensayo nuclear y nuevas pruebas de misiles, sino que hasta declaró el estado de guerra y cerró un polígono industrial gestionado con el Sur en la frontera de Kaesong. Tensando aún más la cuerda, en enero anunció la detonación de una bomba H.

Aunque Kim Jong-un se mostró más conciliador en el Congreso del Partido de los Trabajadores celebrado en mayo, donde prometió un plan quinquenal para dinamizar la economía, con este nuevo ensayo nuclear redobla el pulso a la comunidad internacional por segunda vez este año.

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