Colau quiere que los pisos turísticos de Barcelona paguen más IBI
El Ayuntamiento de Barcelona está estudiando nuevos impuestos y medidas fiscales sobre la actividad turística que pretende conseguir que la[…]
El Ayuntamiento de Barcelona está estudiando nuevos impuestos y medidas fiscales sobre la actividad turística que pretende conseguir que la presencia de visitantes revierta en la ciudad y que éstos contribuyan a financiar el impacto y el uso del espacio público. Entre las medidas, se baraja que los pisos de uso turístico paguen un Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) superior al de las viviendas residenciales porque tienen un uso económico que debería comportar un gravamen, defienden desde el Consistorio.
El concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, ha explicado que este nuevo IBI para usos empresariales requeriría únicamente la modificación de la Ley de Haciendas Locales, que dicta los impuestos de los ayuntamientos y que Barcelona estudia pedir junto a otras ciudades españolas.
También estudiará otras fórmulas vinculadas a ámbitos como la movilidad, ha dicho Colom, que ha recordado que el Gobierno municipal incluyó en su propuesta rechazada de Ordenanzas Fiscales para este año una tasa para los autocares turísticos que pararan en el entorno de la Font Màgica de Montjuïc. El Consistorio ha seguido trabajando para poder aprobar y aplicar desde este año esta medida, que podría implicar que los autocares pasaran de pagar 4,5 a 45 euros.
Otra de las medidas fiscales que se está analizando es que el alquiler de habitaciones turísticas puedan gravar el alquiler o, por otro lado, que los cruceristas que estacionan menos de 12 horas en la ciudad también paguen la tasa turística, un nuevo tributo que la Generalitat habría incluido en su Ley de Acompañamiento de los Presupuestos.
Pruebas piloto en Sagrada Familia y Barceloneta
El plan estratégico prevé, entre otros aspectos, gestionar espacios de gran afluencia turística mediante actuaciones concretas. De manera pionera se trabajará en los entornos de la Sagrada Familia y en el barrio de la Barceloneta, donde se buscarán "soluciones de microcirugía para reducir el impacto del turismo", según Colom.
Este documento también prevé crear un observatorio sobre el turismo y redactar un Plan de Movilidad Turística que reduzca los impactos de esta actividad tanto en los servicios regulares de transporte público como en los de uso turístico específico.
Por otro lado, el proyecto presentado aboga por definir unos estándares de acreditación de sostenibilidad a través de una certificación que reconozca a iniciativas responsables y sostenibles. El plan, que se complementa con otros proyectos como el recién aprobado plan de hoteles, incluye diez programas con 30 líneas de actuación y 90 medidas concretas.
