CaixaBank, ¿el favorito de los bancos medianos?

Algunos analistas creen que la entidad despunta frente al resto de la banca mediana. En concreto, destacan el hecho de que la parte alta de la cuenta de resultados haya comenzado a mostrar claras señales de mejoría.

La banca española ha sido un lastre para el rendimiento de las carteras en los últimos años. De hecho, todo aquel gestor que estaba infraponderado en banca cerraba el ejercicio superando al índice Ibex 35, como norma general. Sin embargo, hay expertos que han comenzado a ver un cambio de tendencia en algún valor del sector y, en concreto, en CaixaBank. «Entre los bancos medianos es el que más potencial de mejora de ingresos tiene. Sobre todo, para los próximos años», dice Nagore Díez, de Norbolsa, que tiene una recomendación positiva sobre el valor y le subió el precio objetivo tras la presentación de los últimos resultados hasta 3,85 euros.
Lo mismo piensa Gemma Hurtado, gestora principal de Mirabaud Equities Spain, que construyó una posición en el valor a finales de año, tras detectar «un giro en los resultados y viendo que cotizaba a niveles de valoración atractivos». 

Ella misma explica en detalle los motivos de su apuesta por CaixaBank: «El tema por el que entré es porque la visibilidad en la parte alta de la cuenta de resultados es bastante buena. En concreto, el margen de interés está subiendo (como mínimo en los dos últimos trimestres en base comparable trimestre contra trimestre). También hemos visto crecimientos positivos en comisiones, la segunda palanca de crecimiento de la rentabilidad de un banco tras el margen de interés», dice.

Más allá de eso, Hurtado cree que la entidad podría profundizar en el proceso de reducción de costes (o mantenerlos estables e incrementar los ingresos, lo que redundaría en un mayor beneficio). Esto, unido a lo anterior, provocará «que la rentabilidad de la cuenta de resultados sea claramente superior al retorno de 2016», a su juicio.

Nagore Díez coincide con estos argumentos de Hurtado: «En los resultados del primer semestre dijeron que iban a hacer suelo en el margen financiero y lo han cumplido. En los últimos dos trimestres se han visto subidas debido a la reducción de los costes de financiación por la caída de los tipos. Ésta es una de las tendencias más importantes de cara a resultados en los próximos trimestres. También lo van a hacer bien otras partidas de ingresos como las comisiones, que es un poco la pata que había estado más débil en años anteriores», explica. 

Pero no sólo los gestores españoles ven atractivo en CaixaBank sino que hay casas extranjeras que apuestan por el valor, como sucede con Goldman Sachs, que ha introducido CaixaBank en su lista de favoritos y le da un potencial de revalorización del 45 por ciento, tras subirle la recomendación de «neutral» a «comprar» y otorgarle un precio objetivo de cinco euros. «Pensamos que los beneficios y valoraciones de CaixaBank son altamente sensibles al escenario de mejora del sector inmobiliario», aseveran en Goldman.

Argumentos en contra

Sin embargo, hay analistas menos optimistas, como Nuria Álvarez, de Renta 4. «Aunque en términos comparativos tiene menos riesgos asociados que otros bancos, hay que tener en cuenta que el sector ha subido mucho y sería sano que respirase un poco. Además, siguen existiendo ciertos riesgos y el problema de rentabilidad del sector por los bajos tipos no se ha solucionado. Así, parece que 2017 va a volver a ser un año de transición, fase que en teoría iba a terminarse en 2016. Y cuando llegue 2018 veremos qué pasa. Por ejemplo, ese año entra en vigor la nueva reglamentación de provisiones, que va a provocar un incremento del coste de riesgo. El sector sigue enfrentándose a un entorno de mercado muy complejo», dice. 

Asimismo, Álvarez cree que esas mejoras reflejadas por los resultados y tan valoradas por ciertos analistas podrían frenarse este año. «Veremos si siguen ciertos elementos que han apoyado la cuenta de resultados en 2016 como la caída del coste del riesgo y de los costes de explotación. Asimismo, se espera un margen de intereses más estable en 2017. El sector, quieras o no, se encuentra en un momento de gestión complicado», dice Álvarez.

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En relación con este entorno complicado, Álvarez valora positivamente la estrategia de CaixaBank de afianzar su presencia en Portugal mediante una OPA sobre el banco luso BPI, que se ha saldado con un incremento de la participación desde el 45 por ciento hasta el 85 por ciento. «Es una vía para seguir buscando rentabilidad. Eso les permite crecer más rápido en balance, activos y en rendimiento. Además, el riesgo de ejecución es bajo. No como en Sabadell en la compra del banco británico TSB, que es mucho más alto». Si bien, no parece claro que vayan a comenzar a verse efectos relacionados con esto en el corto plazo. «Aunque tengas nuevos ingresos, tienes nuevos costes y te lleva un tiempo que esa adquisición tenga un impacto positivo en la cuenta de resultados», opina Hurtado.

Más allá de eso, otro factor que puede dar alas a este valor (y al sector en su conjunto) es un posible cambio de la política monetaria del BCE, aunque tampoco se esperan noticias en el corto plazo. «Si ves las proyecciones de euríbor a partir de 2019, la curva está mejorando un poco. Y en cuanto suba, la mejora de la cuenta de resultados va a ser importante», apunta Nagore Díez. «Cuando se vaya acercando el momento, el mercado descontará el efecto positivo sobre los bancos. Pero será a medio-largo plazo. No creo que 2017 vaya a ser el año en el que el mercado vaya a empezar a poner en precio la posible subida de tipos de 2019», opina.

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