¿Está dispuesto a hacer las maletas a sus ahorros?

Los ahorradores más tradicionales, los que invierten en depósitos, están huérfanos de productos. La banca bien ha recortado rentabilidades o[…]

Los ahorradores más tradicionales, los que invierten en depósitos, están huérfanos de productos. La banca bien ha recortado rentabilidades o bien ha reducido plazos y, en algunas ocasiones, han eliminado las imposiciones a plazo fijo más rentables. Ante este panorama, que no se presenta mucho más halagüeño (recordemos que la pasada semana Mario Draghi, presidente del BCE, reiteró una vez más que los tipos permanecerán en niveles bajos durante mucho tiempo), las alternativas se reducen.

Una de ellas es contratar un depósito a largo plazo en bancos extranjeros que operan en España. En los últimos meses han aterrizado Banco Farmafactoring, italiano, que conviven con otros como el maltés Easisave. En ambos casos, se caracterizan por ofrecer tipos más altos que la media y plazos también más largos, lo que puede ser una oportunidad para el ahorrador más conservador que es consciente que los intereses no se recuperarán a corto y medio plazo.

Los tipos son altos, pueden llegar hasta el 3,50 por ciento que ofrece Nemea Bank a cinco años. Si el ahorrador busca un término medio, por ejemplo, 36 meses, las rentabilidades que ofrecen rondan el 2,80 por ciento de Nemea Bank o el 2,50 por ciento que se puede lograr con Easisave. Por su parte, el Depósito Facto a 3 años goza de una remuneración del 2,06 por ciento. Estos depósitos pueden ser la alternativa real para ahorradores que quieran destinar una parte de sus ahorros a la inversión en depósitos. 

Incluso podemos hacer a nuestro dinero cruzar el océano y ponerle a trabajar en la entidad Vivier&Co, que remunera hasta el 6,9 por ciento a 36 meses a partir de 140.000 euros.

Depósitos en bancos extranjeros

Invertir en un depósito de un banco extranjero en España no tiene que suponer correr más riesgo. A raíz de la crisis vividas en Chipre, estos productos están garantizados en 100.000 euros tanto por por cliente. Y esta garantía no cambia a pesar de que operemos en bancos con sede en Italia o en Malta. 

Miguel Ángel Bernal, profesor y miembro del IEB, destaca que una rentabilidad del 3,50 por ciento o del 3 por ciento, que ofrecen estos bancos, es muy atractiva «especialmente teniendo en cuenta que la inflación está en negativa y que permanecerá en negativo durante un largo periodo de tiempo». Sin embargo, el profesor aconseja, a la hora de contratarlos, que tenga en cuenta las garantías. «La inversión no debería superar el límite de los 100.000 euros protegidos por ley y, por otro lado, lo que cuesta cancelarlos antes de tiempo como penalizaciones». Por su parte, Marta Martínez, analista de Bankimia, recuerda que «son una alternativa para aquellos usuarios que no quieren arriesgar con su dinero y saben que durante un tiempo no necesitarán disponer de ese dinero».

Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, también coincide y señala que «en términos de rentabilidad, sin duda, son una buena opción si los comparamos con las opciones que tenemos dentro de España».

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En cuanto a los puntos a favor y en contra, Martínez enumera por un lado que «no requieren la vinculación con la entidad, pero son a muy largo plazo y si hay un imprevisto, normalmente no se permite la cancelación anticipada». En cambio, González incide en la rentabilidad, importes mínimos no muy altos y las garantías como las principales fortalezas. «Los puntos en contra están relacionados con el desconocimiento del cliente acerca del banco, por lo que habría que documentarse muy bien, el trastorno de tratar o reclamar, en caso de que hubiera necesidad, con un fondo de garantía en otro idioma distinto al español y la fiscalidad».

Cómo contratarlos

El funcionamiento en todos los casos es sencillo y la operativa es cien por cien 'online' y, al igual que en cualquier banco, la entidad le solicitará sus datos personales. Una de las ventajas de estos productos es que no conllevan comisiones ni tanto por la contratación del depósito ni por el mantenimiento de la cuenta asociada, en la que se abonarán los intereses. 

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González asegura que cada vez es más fácil abrirse un depósito: «La mayoría de estos bancos permiten la contratación por Internet y, en muchos casos, incluso ofrecen información en español: Vivier & Co (una entidad australiana que ofrece rentabilidades cercanas al 4 por ciento a seis meses) ya lo hacía y Easisave ha sido la última en adaptar parte de su página a nuestro idioma».

En cuanto a la fiscalidad, para evitar la doble imposición, el cliente deberá señalar que no es residente en Malta. Eso sí, los rendimientos deberán ser declarados en la Renta correspondiente como ganancias de capital mobiliario y tributarán a los tipos establecidos. Es decir, al 19 por ciento para rendimientos hasta 6.000 euros. 

Aunque González recuerda que «en caso de que los ahorros fuera de España superen los 50.000 euros, hay que declarar que el consumidor dispone de esa cuenta en el extranjero mediante el modelo 720 y si la inversión supera el millón de euros hay que comunicárselo al supervisor bancario».
El hecho de que se trate de bancos situados en Malta puede ocasionar cierto reparo. «No es una decisión fácil», recuerda Martínez, pero recomienda que «si tienen dudas primero pueden decantarse por contratar el mismo depósito con un plazo muy inferior, de uno o tres meses y después ya contratar uno de un plazo más extenso». para aprovechar al máximo los tipos.

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