Ventajas e inconvenientes de contratar un depósito en un banco extranjero
Los depósitos de bancos de países europeos ofrecen más rentabilidad que los nacionales. Pero la contratación puede tener sus inconvenientes
Contratar un depósito con una entidad extranjera es más fácil que nunca hoy en día gracias a plataformas de intermediación financiera como Raisin.
En concreto, la fintech de origen alemán permite contratar imposiciones a plazo fijo de bancos europeos con solo abrirse una cuenta en la entidad.
Si bien, este tipo de productos de origen extranjero tienen sus pros y sus contras.
Los pros de contratar un depósito en un banco extranjero
En la parte de argumentos a favor, brilla por encima de todos el de la rentabilidad que ofrecen al ahorrador español.
Y es que hay bancos europeos que ofrecen retornos muy superiores a los que arrojan las entidades nacionales.
En concreto, los depósitos más rentables de la banca española alcanzan un retorno del 2,15 por ciento TAE a un año y del 2,32 por ciento a dos.
Por ejemplo, el Depósito Sinycon Plus de EBN ofrece una rentabilidad del 2,15 por ciento a 12 meses para un ingreso mínimo de 10.000 euros y un máximo de 400.000.
En el plazo de seis meses, el Depósito 2.0 de Banco Mediolanum es el más atractivo, al entregar unos intereses del 2 por ciento TAE.
Las entidades extranjeras pagan más intereses
En cambio, las entidades extranjeras ofrecen retornos superiores.
Así, es posible alcanzar unos intereses del 3,39 por ciento TAE a dos años (con el depósito de la entidad italiana Progetto) y del 3 por ciento a un año, con otro depósito del mismo banco.
En el caso de los depósitos a seis meses, Progetto paga un 2,5 por ciento.
Por su parte, la entidad francesa Younited abona un 3,25 por ciento a dos años; mientras que el banco portugués Haitong entrega unos intereses del 2,85 por ciento a un año.
Bancos con licencia bancaria europea
Asimismo, otro punto a favor de las entidades extranjeras accesibles desde intermediarios como Raisin es que cuentan con licencia bancaria europea y están supervisadas por los bancos centrales de sus países de origen.
En ese sentido, el dinero que se deposite en ellas está protegido por los fondos de garantía de depósitos nacionales hasta un máximo de 100.000 euros, como sucede en el caso de los depósitos españoles.
Los contras de invertir en depósitos de una entidad extranjera
Si bien, contratar un producto con estas entidades también puede tener sus inconvenientes.
Por ejemplo, en caso de quiebra de la entidad, la reclamación de los fondos tendría que hacerse en el idioma original del país del banco, “con las dificultades y costes que eso podría llevar”, según relata Estefanía González, del comparador Kelisto.
Precisamente en relación con una potencial quiebra de la entidad, otro punto que levanta suspicacias en algunos expertos es el nivel de solvencia de esos bancos, que resultan desconocidos para la mayoría de los ahorradores españoles.
La solidez financiera es clave
“Es muy importante ver la solidez financiera. No puedes comparar la solvencia de un BBVA o un Santander con la de un banco menor», advierte Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance.
Lo mismo piensa Carlos Farrás, socio fundador de DPM Finanzas: «En un depósito, tienes una cierta concentración de riesgo por la exposición a la entidad”.
Por eso, estos expertos creen que, antes que contratar depósitos con estas entidades financieras, es preferible optar por una letra del Tesoro Español.
Estos títulos de deuda son más seguros que un depósito, pues es altamente improbable que el Estado español quiebre en el corto plazo.
Además, ahora mismo están ofreciendo rentabilidades próximas al 3 por ciento a un año, escasamente por debajo de los depósitos extranjeros más rentables.
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