Subir el salario a 1.000 euros al mes podría beneficiar a más de un millón de trabajadores

La propuesta que los sindicatos harán a la patronal supone elevar un 35% el salario mínimo de 2018 y afectaría al doble de asalariados

Pese al gran acuerdo logrado hace unos días entre Gobierno y agentes sociales para dar un fuerte impulso al salario mínimo interprofesional (SMI) y elevarlo un 4% este año, un 5% en 2019 y un 10% en 2020 hasta los 850 euros , los sindicatos no se dan por satisfechos y quieren lograr otro gran reto: conseguir para este 2018 que por convenio nadie gane menos de 1.000 euros brutos al mes repartidos en 14 pagas.

Ésta será la propuesta que las organizaciones sindicales llevarán a la patronal en la reunión que mantendrán el próximo 25 de enero y en el que iniciarán formalmente la negociación para la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Pese a que aún no lo han anunciado de manera oficial, UGT ya lo adelantó en un encuentro mantenido con los medios la semana pasada, aunque CC OO se limita a decir que su propuesta tendrá «dos dígitos» y será «ofensiva».

Los sindicatos aseguran que no tienen registrados cuántos trabajadores inscritos en los convenios cobran menos de 14.000 euros brutos anuales. Pero existe otra forma de al menos hacer una estimación aproximada de cuántas personas se beneficiarían de esta medida en caso de que finalmente se alcanzara un acuerdo entre las partes. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en 2016 hubo 1.029.200 asalariados a jornada completa que ganaron menos de 1.002 euros al mes, aunque repartidos en 12 pagas, por lo que sin duda superarían con holgura el millón de trabajadores, el doble de los que cobrarán en 2018 el salario mínimo (unos 534.000, según estimaciones del Gobierno), que desde el pasado 1 de enero se elevó hasta 735,9 euros al mes, es decir, un 35% inferior.

 No es posible establecer con exactitud cuántas personas empleadas a jornada completa cobran menos de 14.000 euros, puesto que los ingresos anuales de ese millón de trabajadores mencionado serían de 12.024 euros, casi 2.000 euros por debajo del objetivo de los sindicatos. Sin embargo, el siguiente límite que tiene registrado la EPA se pasa ligeramente de los 14.000 euros anuales, ya que se sitúa en 1.229,29 euros mensuales por 12 pagas, con lo que sumarían 14.751 euros brutos al año. Y aquí ya habría 2,3 millones de asalariados en España que cobran menos de esta cantidad. Así, lo que está claro es que los beneficiarios de este hipotético salario mínimo de 1.000 euros serían bastante más de un millón pero menos de 2,3 millones, por lo que afectaría a entre un 8,1% y un 18,5% de los empleados a tiempo completo.

Existe otro informe del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), que concluye que 8,1 millones de trabajadores, casi la mitad del total (concretamente un 47%), cobró en 2015 menos de 1.000 euros mensuales. Sin embargo, Gestha toma estos datos de las declaraciones de la renta presentadas a la Agencia Tributaria, por lo que aquí hace referencia a los ingresos totales anuales y, por tanto, se incluyen también los empleados a tiempo parcial o aquellos que han trabajado apenas unos meses.

De cualquier modo, lo que denuncia este sindicato es que con la crisis el porcentaje de trabajadores que no llegan a mileuristas ha aumentado siete puntos, pasando de suponer en 2007 el 39,9% del total de asalariados al 47% en 2015. Esta situación contrasta con la de los directivos, que han seguido aumentando su remuneración inmunes a la recesión económica y además en los últimos años este colectivo ha crecido en más de 11.000 personas hasta superar las 136.000.

Negociación complicada

Además de este mínimo de 1.000 euros mensuales por convenio, los sindicatos propondrán un porcentaje de subida generalizada, que aunque tampoco han desvelado, todo apunta a que se situará en torno al 3%, que era precisamente el máximo que pidieron el pasado año. Así, todo apunta a que esta negociación colectiva va a ser muy difícil, pues cabe resaltar que ese suelo de 1.000 euros brutos al mes supone un incremento del 35,8% del SMI pactado para este año.

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Además, UGT y CC OO tampoco renuncian a incluir una cláusula de garantía salarial, precisamente el gran escollo para que el pasado año no se firmara el acuerdo, y ya hablan de movilizaciones, unas declaraciones que no han sentado nada bien en la patronal, que ya deslizaron que ven muy complicado un pacto.

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