Lotería de Navidad. Cómo invertir el premio y qué impuestos pagar

Para invertir los premios de la Lotería de Navidad lo mejor es elegir fondos y evitar depósitos por su escasa rentabilidad

La Lotería de Navidad repartirá hasta 3.600 millones de euros en premios. Saber invertir este dinero, si se gana, puede marcar la diferencia entre celebrarlo o arrepentirse.

Un estudio de la asociación European Financial Planning Association (EFPA) pone de manifiesto que el 70 por ciento de los premiados con la Lotería de Navidad tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.

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“La euforia que nos produce ser uno de los premiados nos lleva a tomar decisiones precipitadas y emocionales”, señalan desde Abante.

De hecho, no valoramos igual el dinero que es fruto de nuestro esfuerzo y trabajo que el que nos llega por un premio de lotería o por una herencia, asevera.

Depósitos y deudas

Para sacarle el mayor partido posible al dinero, desde el equipo de asesoramiento patrimonial de Abante recomiendan, como primer paso, tomarse un tiempo de seis meses antes de comenzar a gastar o a invertir el dinero.

En segundo lugar, analizar la situación financiera actual para ver cuál es el punto de partida y si con el dinero extra del premio basta o se necesita más para cubrir los objetivos vitales y, por tanto, saber si acudir a los mercados financieros para cubrir ese déficit o, si es el caso, para ver qué rentabilidad necesitaría para poder vivir de las rentas.

Por regla general, los españoles son conservadores. Por lo que el ganador podría verse tentado abrir un depósito o invertirlo en cuentas remuneradas.

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Desde EFPA aconsejan, como consecuencia del repunte de la inflación, no dejarlo en depósitos y cuentas corrientes.

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A la escasa rentabilidad que ofrecen se une que ninguno de los productos que existe en el mecrado logra batir la inflación, por lo que la rentabilidad real que obtendríamos (rentabilidad menos inflación) sería negativa.

Abante lo cuantifica. Si se tienen 328.000 y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2 por ciento (objetivo que persigue el Banco Central Europeo), ese dinero equivaldría a unos 220.735 euros (actuales).

Otra opción a la que recurren muchos de los agraciados es la de amortización de deudas, que quizás no es lo más conveniente. Esto se debe a que el premiado debe pensar que lo primero que habría que ver es si la rentabilidad que da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar la hipoteca.

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También, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15 por ciento de una cuota máxima de 9.040 euros), que puede que no interese perder. 

Entonces ¿qué puede hacer el premiado?

Descartados depósitos e hipoteca, la mejor opción es invertir de cara a la jubilación y a largo plazo.

Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 3 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 5 por ciento) habría que invertir en una cartera con el 50 por ciento de la inversión en renta variable. Y una opción que permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y que permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión, explican desde Abante.

El ahorro de cara a la jubilación sería uno de los objetivos, especialmente si no se había tomado una decisión en ese sentido antes del premio. Se podría dedicar una parte a planes de pensiones, pero el límite para aprovechar las ventajas fiscales se ha reducido a 1.500 euros, por lo cual, como decíamos la mejor opción la ofrecen los fondos de inversión con perfil arriesgado.

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Esto no quiere decir que haya que colocar todo el premio en este tipo de productos. Se puede diversificar en fondos de inversión de renta variable, mixtos o renta fija y tener parte también del capital en liquidez para aprovechar las oportunidades que surjan.

Otra posibilidad es ir cambiando el fondo de más agresivo a menos a medida que nos acerquemos a la edad de jubilación, reduciendo el riesgo. Una operación que este tipo de productos permite sin coste fiscal.

La fiscalidad del premio

Pero para poder acometer estas decisiones financieras no se debe olvidar pasar por caja para abonar los impuestos. Solo hay que tributar si el premio supera los 40.000 euros, recuerdan desde Abante.  

Esto implica que, por un décimo, se abonarían impuestos por el exceso si toca el ‘Gordo’ -que son 400.000 euros al décimo-, el segundo premio -125.000- y el tercero -50.000-, pero quedarían exentos a partir de los cuartos y quintos premios, que reparten 20.000 y 6.000 euros al décimo, respectivamente.

Lo que permanece sin cambios es el porcentaje al que hay que tributar, que continúa siendo del 20 por ciento. Es decir, quien lleve un décimo agraciado con el primer premio, el importe neto que recibirá en su cuenta será de 328.000 euros.

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