Los empleados Metro decidirán en asamblea la próxima semana si hay más paros

El comité de empresa del metro de Barcelona ha convocado a los trabajadores a una asamblea doble en turno de mañana y tarde que se celebrará el 3 de marzo para analizar la situación tras las últimas huelgas y decidir qué pasos dar en el conflicto con la dirección de TMB y si se convocan más paros.

Tras las dos huelgas del suburbano que complicaron la movilidad de Barcelona los pasados 22 y 23 de febrero, coincidiendo con el Congreso Mundial de Móviles, el comité está ahora a la espera de que la dirección de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) "mueva pieza", según han señalado a Efe miembros del comité.

"Estamos en stand-by", han apuntado las mismas fuentes, que han señalado que TMB no ha convocado al comité a ninguna reunión para continuar la negociación del convenio colectivo después del último encuentro, que tuvo lugar el pasado lunes, en el que se intentó sin éxito llegar a un acuerdo para desconvocar el paro del miércoles día 24.

De momento, los representantes de los sindicatos han optado por que sean los trabajadores del metro los que analicen en asamblea la situación creada y decidan cuál es la estrategia a seguir y qué medidas tomar, entre las que se encuentra la posibilidad de convocar nuevos paros.

Las asambleas, una por la mañana y otra por la tarde, se celebrarán en el Casinet de Hostafrancs, en Barcelona.

El comité reclama un incremento salarial, después de 4 años de congelación, y la reducción de la contratación temporal, así como la ampliación del porcentaje de trabajadores con jornada completa.

La plantilla de Metro cuenta con dos colectivos a los que el comité considera "precarios" y que suman unas 600 personas: los empleados de la bolsa de verano, que sólo trabajan tres meses al año con contratos de obra y servicio, y los relevistas, cuyas jornadas no superan el 75 %.

Hasta ahora, TMB ha ofrecido un 1 % de incremento salarial y asegura que no puede subir más porque es una empresa que debe ajustarse a los presupuestos públicos.

Por otra parte, acepta resolver el problema de los empleados temporales y con jornadas parciales pero de manera progresiva, con un calendario de cinco años que no satisface a los sindicatos.

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