La nueva Campofrío no asumirá la totalidad de la plantilla de Burgos

La puesta en marcha de la nueva planta que Campofrío está levantando en Burgos tras la destrucción de las antiguas instalaciones en el incendio de noviembre de 2014, no absorberá el cien por cien de la plantilla que trabajaba en la cárnica, compuesta por alrededor de 800 trabajadores.

Campofrío y sindicatos negocian el arranque de la fábrica, que no implicará a todas las líneas de producción, han confirmado a Efe fuentes sindicales, como ha publicado hoy el Diario de Burgos.

Pablo Dionisio Fraile, miembro del comité de empresa de Campofrío por UGT, ha insistido en que están tratando de llegar a un acuerdo con la empresa para garantizar los derechos de todos los empleados.

El objetivo es que la totalidad de la plantilla esté dada de alta en la Seguridad Social el 16 de noviembre, cuanto está previsto el inicio de actividad en la nueva planta, coincidiendo con el segundo aniversario del incendio.

Sin embargo, en ese arranque no se contará con el cien por cien de las líneas de producción, por lo que la multinacional no precisa del cien por cien de la plantilla, ha explicado Fraile.

Por ese motivo se están estudiando alternativas para alrededor de 300 empleados, que son los que tendrían que incorporarse al trabajo de manera progresiva.

Se habla de la creación de una bolsa de horas o del desarrollo de cursos de formación, a fin de que Campofrío "tenga tiempo" para poner la maquinaria en marcha.

Eso sí, Fraile ha insistido en que es imprescindible que todos los trabajadores gocen de los mismos derechos, tanto si entran en el primer turno como si se van a incorporando progresivamente.

Y esa cuestión está aún en proceso de negociación, ha asegurado Fraile, así como la propuesta de modificar conceptos retributivos asociados a pluses y complementos.

Los planteamientos de la compañía cárnica podrían suponer una reducción de los salarios de hasta 400 euros, si bien "no se ha tomado ninguna decisión todavía", ha puntualizado el representante de UGT.

Fraile ha insistido en que los trabajadores están dispuestos a hacer "sacrificios" si es necesario, pero siempre que se garantice que vuelven a sus puestos con las mismas condiciones laborales.

Desde UGT consideran que se conseguirá alcanzar un acuerdo que sea "satisfactorio" para ambas partes, que permita a la empresa contar el tiempo necesario para poner en marcha la Nueva Bureba, pero que también recoja una entrada "ordenada" de empleados.