Jornada de huelga en el Líbano contra la parálisis política y económica

El Líbano vive hoy una jornada de huelga general convocada por la Confederación General de Trabajadores Libaneses (CGTL) en contra de la parálisis en la formación del Gobierno y la crisis económica, una protesta seguida por los empleados públicos, mientras que el sector privado no cesó sus actividades.

Las oficinas de Electricidad del Líbano, la Caja Nacional de la Seguridad Social y del Agua y el puerto de Beirut pararon por completo sus actividades, según la Agencia Nacional de Noticias (ANN).

Entre las 09.30 y las 10.30 hora local (07.30-08.30 GMT) también los trabajadores del Aeropuerto Internacional de Beirut y de la compañía libanesa de aprovisionamiento de esa instalación suspendieron sus tareas, lo que provocó el retraso de algunos vuelos.

También lo hicieron durante una hora los empleados de los hospitales públicos en Beirut, Baalbek, el valle oriental de la Bekaa, Maryeyun y Sidón (sur del país).

El presidente de la CGTL, Bechara Asmar, quien ayer llamó a los empleados de los sectores público y privado a no manifestarse en las calles, siguió desde la sede de esa organización el desarrollo de la huelga, indicó la ANN.

En una rueda de prensa, Asmar elogió a los trabajadores que siguieron sus consignas para el paro y desmintió, una vez más, que este tenga motivaciones políticas tras el apoyo que recibió de algunas formaciones.

"La huelga no está dirigida contra nadie, sino contra la clase gobernante en su conjunto", recalcó.

Desde el pasado 24 de mayo, el primer ministro designado del Líbano, Saad Hariri, no logra formar gabinete, aunque parece que ello es inminente, según estiman las fuerzas políticas, como el movimiento chií Hizbulá, el más respaldado en las elecciones de ese mes.

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