¿IVA o credibilidad?

Ya no hay, ni debería haber, vuelta atrás. El incremento del Impuesto de Valor Añadido (IVA) aprobado por el Gobierno a finales de 2009 es un proceso irreversible que, muy a pesar de nuestros bolsillos, no debería modificarse. Por nuestro bien. Si se modificara ahora la medida, los inconvenientes serían mucho más grandes que las aparentes ventajas.

La economía española sufriría tal pérdida de credibilidad y confianza por parte de los mercados internacionales, agencias de calificación y organismos europeos que nos costaría mucho más colocar nuestra ya abultada Deuda. Si ahora se retracta sobre el IVA, ¿cómo se comportarían los mercados? Pues incrementando el coste de la deuda española, algo que pesaría mucho más sobre el PIB que el descenso de consumo que se registrará a partir de julio.

España se ha comprometido, como ha hecho Grecia, a reducir sí o sí el déficit. Podría haber optado por la drástica reducción de gastos o por el incremento de los ingresos. Zapatero y Papandreus han apostado todas sus cartas por lo primero. Veremos a ver cómo les sale la jugada.