El euríbor se desploma en dos días: ¿qué está pasando?

A río revuelto, ganancia de pescadores. Eso es lo que se suele decir. Y se puede extrapolar al euríbor, el indicador más utilizado para referencia la mayoría de las hipotecas, pero que también es un puro reflejo de lo que ocurre en el entorno macroeconómico, o, en este caso, de lo que puede ocurrir.

Desde hace un año, en concreto desde mayo de 2015, el indicador comenzó a adelantar la subida de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) habría previsto para 2018. Sin embargo, la debilidad de la economía mundial y la posible guerra comercial entre Estados Unidos y China obligó a cambiar el paso. Así, lo que estaba previsto para antes del verano, pasó a ser después del verano. Muchos analistas esperaban que el precio del dinero subiera de manera testimonial un 0,05% para terminar el año en torno al 0,15%. Sin embargo, en la trascendental reunión de principios de año, fue el propio presidente del BCE, Mario Draghi, quién se encargó de despejar las dudas y situó el primer incremento a finales de año, lo que ha sido interpretado por el mercado por una primera subida ya a principios de 2020.

Y ha sido la evolución del euríbor lo que está dando las pistas acerca de como puede continuar la política monetaria del BCE en el próximo ejercicio. Sí siguió su espiral bajista hasta enero de este año cuando tocó suelo en el -0,108%. A raíz de ahí, el euribor no ha hecho más que escalar, en mayor o menor medida, hasta cerrar abril en el -0,112%. Sin embargo, ha sido mayo donde más se está reflejando la posibilidad de que finalmente el BCE tenga que aplazar su intención de subir tipos (el último tweet del presidente de Esatdos Unidos y unos datos todavía bastantes débiles en la eurozona) parecen que lo confirman. En apenas dos días el euríbor ha perdido un e milésimas, desde el -0,118% hasta el -0,125%.

Y, aunque es cierto, que los hipotecados verán que la cuota de sus hipotecas subirán lo harán en menor media de lo que podría haberlo hecho en enero. Además, de seguir así, indicará una nueva tendencia bajista del euríbor que, aunque no vuelva a los mínimos del año pasado, cuando tenga que volver al alza tendrá un desandar el camino ya andado, lo que se notará en las hipotecas más tarde que temprano.