El euríbor mide el pulso entre bancos centrales y mercados

El euríbor refleja la división sobre la inflación de los mercados (ha llegado para quedarse) frente a los bancos centrales (es transitoria)

El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, se encuentra en una montaña rusa de la que, de momento, no parece que vaya a bajarse.

Después de haber marcado mínimos del mes en el -0,51 por ciento, el indicador ha rebotado un 5 por ciento, hasta situarse en tasa diaria en el -0,473 por ciento.

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Aún así, la tasa mensual está en el -0,481 por ciento, cinco milésimas menos que el cierre de octubre, mismo nivel en el que cerró en noviembre de 2020.

La evolución del euríbor entre las palabras de Lagarde y la inflación

La evolución del euríbor se mueve entre las palabras de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) y los datos de inflación, como señala Joaquín Robles, analista de XTB.

El experto recuerda que “el euríbor sigue a niveles muy cercanos en mínimos y, aunque es cierto que la idea del BCE es mantener los tipos de interés en 2022, las altas lecturas de inflación hacen que muchos inversores están descontando subidas”.

Robles se refiere así al dato de inflación de los Estados Unidos correspondiente al mes de octubre y que se conoció hace unos días. Los precios al otro lado del Atlántico se situaron en el 6,2 por ciento, por encima de las expectativas del mercado que vaticinaban un incremento del 5,9 por ciento.

Esto se tradujo rápidamente en un movimiento por parte del mercado que ya espera que la Reserva Federal suba en dos ocasiones los tipos en 2022 en lugar de una, como se indicaba al principio.

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Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, volvió a insistir que la inflación es de carácter transitorio y tendría que situarse en niveles del 2 por ciento el próximo año. Este es el argumento que utiliza para alejar las expectativas de una subida de tipos.

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¿Se equivocarán los bancos centrales?

Parece que estamos ante un pulso entre el mercado y los bancos centrales. El primero cree que la inflación ha llegado para quedarse y que esto obligará a los bancos centrales a tomar decisiones antes de tiempo.

En cambio, los bancos centrales insisten que la inflación se da por los altos precios de la energía y los famosos cuellos de botella provocados por la reapertura económica que, poco a poco, irán desapareciendo.

Esto hace que según las estimaciones que manejan desde XTB, el euríbor se mueva el próximo año en niveles de entre el -0,40 por ciento y el -0,50 por ciento.

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“Incluso si el BCE hiciera una subida de tipos del 0,25 por ciento y el euríbor se pudiera apreciar, todavía lo vamos a ver en niveles negativos”, insiste Robles, porque no hay que olvidar que aunque hubiera una decisión al alza, una vez descontada la inflación hace que los tipos de interés reales estén en negativo.

En concreto, en la eurozona se mueven en el -4 por ciento. De hecho, los banqueros de las principales entidades de Europa esperan que el índice tarde en abandonar el terreno negativo todavía unos cuantos años más.

Exceso de liquidez y el euríbor a tres meses

También influye en la evolución del euríbor el exceso de liquidez que existe en el mercado.

Los bancos se prestan entre ellos con ese límite, el -0,50 por ciento, porque sino siempre pueden acudir al BCE, donde la facilidad de depósito se encuentra en el -0,50 por ciento.

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Esto hace que el euríbor a tres meses, el más utilizado entre los bancos, se muevan entorno a ese nivel, aunque desde que perforó el -0,50 por ciento se mueve más cerca del -0,55 por ciento que del -0,50 por ciento.

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