¡Créditos más baratos ya!

A muchos consumidores les supera la economía. Y no es difícil de entender: ¿Por qué cuando sube el petróleo, la gasolina se dispara y ahora que el barril está casi 100 dólares más bajo que hace un año el precio del combustible sólo ha caído en torno a un 14%? En el mundo bancario, otra duda asalta en estos días a numerosos clientes: ¿Por qué si los tipos de interés oficiales han bajado desde el 4,5% hasta el 1% actual, los créditos siguen costando igual de caros?

Las últimas cifras publicadas por el Banco de España muestran que, de media, a cierre de marzo las entidades financieras ofrecían préstamos al consumo a un tipo de interés del 9,73%, frente al 9,83% de hace un año. La diferencia choca mucho: mientras el precio del dinero se ha recortado 3,5 puntos porcentuales, el coste del crédito para las familias españolas apenas se ha rebajado una décima porcentual.

Está claro que la banca está haciendo todo lo posible por salir airosa en estos momentos difíciles, por proteger sus cuentas de resultados. Que concede préstamos con miedo ante la espectacular subida de la morosidad en el último año y medio, que ha incrementado sus requisitos de concesión por culpa de la crisis... Sin embargo, su actuación también está aumentando la desconfianza de sus propios usuarios y desprestigiando su buen nombre.

No es de recibo que si los tipos de interés caen, los depósitos pierdan todo su atractivo y pasen a remunerar el ahorro de un 6% a mediados de 2008 a un 2,5% de media actual. Y en los créditos el efecto ni se note. Y más aún viendo que la morosidad también comienza a relajarse, precisamente por el impacto de la rebaja de las tasas oficiales. Mientras en febrero los créditos dudosos alcanzaron la cifra de 6.000 millones en euros, en marzo el saldo sólo alcanzó los 1.050 millones de euros, un 82% menos.

Ahora que el euríbor se mueve en torno al 1,6% y muchas entidades afirman que los préstamos interbancarios se están normalizando es hora de que el consumidor también pueda disfrutar de financiación más barata. Sólo abriendo el grifo al crédito la banca contribuirá de verdad a solucionar un poco el embrollo económico en el que nos movemos.