Con el euríbor en mínimos, ¿por qué las hipotecas a tipo fijo reinan?

El 41,3 por ciento de las hipotecas constituidas en abril lo hacen ya a tipo fijo, frente al 58,7 por[…]

El 41,3 por ciento de las hipotecas constituidas en abril lo hacen ya a tipo fijo, frente al 58,7 por ciento que lo hacen a variable. Algo que resulta paradójico, ya que el euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de los créditos hipotecarios, lleva dos años en negativo y cerró julio en nuevo mínimo histórico: el -0,26 por ciento.

Sin embargo, a pesar de que las previsiones más optimistas señalan que el índice permanecerá en negativo dos años más, hasta finales de 2021, los hipotecados españoles se han decantado, cada vez más, por la seguridad que supone saber la cantidad fija que pagarán mes a mes en su cuota, frente a posibles fluctuaciones que supone una referenciada a euríbor, aunque de entrada se abonarán más intereses.

Los motivos son dos. Por un lado, porque la vida de una hipoteca es muy larga. Hasta 35-40 años se puede solicitar, aunque la vida media, según el Instituto Nacional de Estadística, es de 24 años y durante ese periodo de tiempo puede hacer alzas del euríbor, pero también bajadas. Y, en segundo lugar, porque los créditos a tipo fijo nunca fueron tan baratos como consecuencia de la fuerte competencia de las entidades financieras mantienen entre ellas. El tipo medio de las hipotecas a tipo fijo es del 3,07 por ciento, un 4,8 por ciento más bajo que en abril de 2018. Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, insiste en que "las hipotecas a tipo fijo están pasando por un buen momento y ya se pueden encontrar créditos a tipo fijo a 30 años a un tipo de interés del 1,9 por ciento, sin comisión de apertura". Miquel Riera, experto de hipotecas de HelpMyCash.com, reitera esto: "Los bancos están más interesados que nunca en ofrecer hipotecas fijas; de ahí que muchos hayan rebajado sus tipos en el último mes y medio para incentivar su contratación. Y lo más probable es que siga siendo así mientras el euríbor se mantenga tan bajo, ya que estos productos les permiten ganar más dinero (a corto plazo, al menos) que las hipotecas variables.

A ello se suma la estrategia de los propios bancos, que intentan mejorar su margen de intereses con productos que ofrezcan una mayor rentabilidad como es el caso de las hipotecas a tipo fijo en un momento en el que el precio oficial del dinero está situado en el cero por ciento. 

Ley Hipotecaria

La ley hipotecaria, que entró en vigor en junio tras años de retraso trajo consigo varios cambios importantes, entre ellos, la posibilidad de cambiar de una hipoteca a tipo variable a una a tipo fijo pasados cinco años. Esto podría ser un as en la manga para quién se hipoteque a tipo variable ahora y quiera cambiarse una vez que el euríbor confirme el cambio de tendencia. Sin embargo, no es del todo posible, como indica Enrique Benavides, gerente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) ya que confluyen dos variables de riesgo. "Por un lado, el momento en el que se produzca el cambio de tendencia, así como el tipo de interés que le ofrezca el banco en ese momento" ya que si sube el euríbor también se incrementará el tipo de interés fijo que ofrecen las entidades financieras encareciéndose el coste de financiación. 

Con todo, el hipotecado podría estar pagando de más, solo el primer año, 1.152,72 euros, aunque como admiten los expertos, la compra de una vivienda a través de una hipoteca es una de las operaciones financieras más importante de las familias, por lo que se deberían tener en cuenta otros componentes, no solo los monetarios. "Requiere un análisis más meditado acerca de la situación económica actual así como de las perspectivas de futuro", además, hay que tener en cuenta otras variables a la hora de contratar una hipoteca son los productos vinculados, como seguros, comisiones y el porcentaje máximo a financiar así como los ingresos mínimos, advierte González.

Riera, además, añade, que antes de contratar una hipoteca hay que tener en cuenta que lo principal es tener presente que, por lo general, los bancos financian hasta el 80% del valor de la vivienda, ya sea el de compra o el de tasación. Por lo tanto, es necesario tener ahorrado ese 20% restante y, además, contar con un 10-12% adicional para pagar los gastos de compraventa, la tasación y la copia de la escritura. 

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También es importante elegir bien el plazo de reembolso. Si es demasiado corto, puede que tengamos problemas para pagar las cuotas, mientras que si es demasiado largo, pagaremos de más en intereses innecesariamente. Lo ideal es devolver el dinero en un plazo relativamente reducido que nos permita, a su vez, abonar unas cuotas que no superen el 35% de nuestros ingresos mensuales. En el caso de las hipotecas fijas, además, cuanto más reducido es el plazo, menor suele ser el interés aplicado por el banco.

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