Zoom Video esquiva sus fallos de seguridad con nuevos máximos históricos

Zoom Video se sacude sus problemas de seguridad con nuevos máximos históricos. Recupera su mejor nivel con la acción en 161 dólares y un avance anual del 160%

Zoom Video esquiva sus fallos de seguridad y marca nuevos máximos históricos en 161 dólares, con un avance anual superior al 160%. Tras la crisis por la filtración de datos de sus usuarios y el cifrado de sus mensajes, el valor cerró la primera quincena de mayo con una revalorización del 28%.

Los títulos de esta startup, convertida en un gigante de las videoconferencias para el ocio y el trabajo, pasan, en un poco más de un mes, desde los 104 euros de abril, mínimos anuales, hasta los 160 dólares actuales.

La compañía consigue escapar de la presión bajista, aunque siguen apareciendo problemas en su servicio de reuniones. El domingo comunicó por Twitter que estaban trabajando en varios problemas en la conexión de usuarios a reuniones ya creadas.

La incidencia, que según Zoom solo afecta a pequeños grupos de usuarios, podría estar relacionada con problemas de actualización de la plataforma.

La baza del confinamiento

La mejor arma con la que cuenta Zoom para recuperar la senda de máximos es el confinamiento. Las necesidades de comunicación vía Internet por el confinamiento continúan intactas pese a que una gran cantidad de países estén ya en plena desescalada.

Además, para proteger las videollamadas, que también sufrieron errores, Zoom impone desde esta semana el uso de contraseñas

Pero esta es desigual. No todos los estados, ni siquiera los de una misma región geográfica, optan por las mismas fórmulas y las vías de transporte -terrestres, aéreas o marítimas- siguen bloqueadas hasta dentro de una misma población, por lo que el tipo de comunicación que ofrece Zoom continúa siendo fundamental.

Las perspectivas de futuro señalan que la población mundial se encuentra aún en los primeros albores de recuperar su modo de vida y trabajo previo a la pandemia. Así, se sigue usando Zoom a diario para conectar con sus allegados y para continuar con sus funciones laborales.

Aumento del teletrabajo

Unas funciones laborales donde, desde el inicio del confinamiento, el teletrabajo es el gran protagonista. Es más, grandes multinacionales contemplan en su vuelta la normalidad productiva un incremento de esta fórmula de desempeño laboral tras constatar su buen funcionamiento.

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Por ello, la penetración de Zoom en las empresas es constante y apunta a permanecer dentro de la nueva normalidad laboral, pero aún queda retos pendientes.

Los retos de Zoom

Las denuncias lanzadas sobre Zoom argumentaban que la compañía no era capaz de controlar lo que la había hecho grande, su expansión mundial. Al crecer sin freno de la mano del Covid-19 dejó importantes agujeros en la seguridad de los usuarios.

Estos fallos fueron ocultados, afirman sus denunciantes entre los que se encuentran accionistas, incluyen el compartir información con terceros y contar con un sistema de fácil hackeo para los piratas informáticos.

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Con estas informaciones los títulos de la compañía cayeron y grandes instituciones y empresas como el Departamento de Educación de Nueva York o las compañías de Elon Musk, Tesla y SpaceX, prohibieron su uso.

También países como Taiwán, que vetó por completo la aplicación a su población tras reconocer la propia Zoom que compartió información con agencias de datos chinas. Taiwán, que no es reconocida como nación por China y que la reclama como provincia, ve en ese movimiento espionaje por parte de Pekín.

Cifrado de extremo a extremo

La compañía se disculpó los errores y reconoció que no cumple “con las expectativas” de privacidad y seguridad y su presidente, Eric Yuan, aseguró que trabajarán en subsanar los errores, aunque para ello tardarán “unos meses”.

El mayor daño para los usuarios se encuentra en el cifrado de los mensajes de extremo a extremo, del que Zoom carecía y la hacía una víctima perfecta del “zoombombing”: acceso de hackers que roban la información, acceden a las videoconferencias, acosan y a amenazan a los usuarios con las grabaciones.

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Varias investigaciones de diferentes organismos, asociaciones o instituciones corroboraron los problemas de seguridad que trajo la explosión mundial de esta aplicación.

Tal fue el caso del Laboratorio Ciudadano de la Universidad de Toronto, cuyos investigadores comprobaron que su rápida adopción sin una investigación adecuada “pone en peligro secretos comerciales, secretos de estado y los derechos humanos”.

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