Temperaturas de hasta -3,4ºC dañan el viñedo y cultivos frutales en La Rioja
La helada producida en la pasada madrugada, con temperaturas que han bajado hasta los -3,4 grados en algunas zonas de[…]
La helada producida en la pasada madrugada, con temperaturas que han bajado hasta los -3,4 grados en algunas zonas de La Rioja, han causado daños en el viñedo y en cultivos frutales en varios municipios.
La Consejería de Agricultura del Gobierno regional ha detallado, en una nota, que las heladas han afectado principalmente a localidades de Rioja Alta y Media, donde han perjudicado al viñedo, aunque también a varios frutales, como el peral, el melocotonero o el cerezo; así como a cultivos hortícolas como la patata.
En la zona de Rioja Alta, los termómetros han descendido hasta -3,4 grados en Leiva y -3,34 en Casalarreina, con temperaturas muy bajas también en Arenzana de Abajo (-2,6), Uruñuela y Torremontalbo (-2,25), Santo Domingo de la Calzada (-2,12) y San Vicente de la Sonsierra (-2,12), según datos del Servicio de Información Agroclimática de La Rioja recogidos en su página web.
En Rioja Media, la menor temperatura se ha registrado en Entrena (-3,3), seguida por Santa Engracia del Jubera (-1,98); mientras que en Rioja Baja ha helado más en Cabretón y Cervera (-3,45) e Igea (-2,07).
A falta de realizar una valoración en detalle del nivel de afección y su extensión, desde la Sección de Protección de Cultivos de la Consejería de Agricultura se han realizado diversas recomendaciones dirigidas a los viticultores.
En primer lugar, teniendo en cuenta que cada viñedo es un caso particular se debe tratar de forma diferente según el nivel de afección.
Por ello, se recomienda esperar entre siete y diez días después de la helada para evaluar perfectamente los daños y ver cómo reacciona el viñedo, con objeto de adoptar la medida cultural más adecuada.
Si los brotes se han visto afectados por las heladas, puede producirse una nueva brotación de las yemas prontas (nietos), de las ciegas y/o de las casqueras (yemas de la base), e incluso de las yemas adventicias.
En determinados casos conviene realizar medidas culturales, ya que en caso de no realizarse, pueden aparecer numerosos brotes (adquiriendo la cepa un aspecto de "escoba"), que dificulta el manejo, la formación del viñedo y la poda a realizar para el año próximo.
Tras ver cómo reaccionan los viñedos afectados por la helada, y conforme a los resultados obtenidos en ensayos realizados en la Sección de Protección de Cultivos, han recomendado a los agricultores no hacer nada si los pámpanos o las yemas se han helado totalmente o si se ha helado solamente el extremo superior del pámpano sin afectar a los racimos.
En el caso de que se haya helado solamente el extremo superior del pámpano afectando a los racimos, se recomienda podar a la ciega si se trata de viñas en formación (menos de 3 años) y quitar los pámpanos helados a mano en viñas en producción.
Por su parte, ARAG-ASAJA ha recomendado a los agricultores que informen cuanto antes al seguro de los siniestros producidos por las heladas de la pasada noche, que, "por extensión, es la más importante que han visto nunca" algunos viticultores, ha detallado en una nota.
Según esta organización agraria, los daños producidos por las bajas temperaturas están siendo cuantificados por los productores y por las entidades aseguradoras.
Ha detallado los daños pueden pasar desapercibidos a simple vista ya que "la helada puede parecer que no ha tenido lugar", por lo que ha pedido que no se haga ninguna intervención en las plantas, no sea que se eliminen muestras necesarias hasta hablar con los peritos del seguro y que éstos evalúen las consecuencias.
Los daños se han producido principalmente en viñedo y en frutales (donde el índice de suscripción es más generalizado dado que las consecuencias suelen ser mayores) y habrá que esperar la evolución de la remolacha, patata, guisante verde y la espigación de los cereales.
Dentro de los siniestros asegurables, el hielo no es una práctica generalizada, por eso ARAG-ASAJA insiste en la importancia de asegurar los cultivos para este tipo de inclemencias.
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