Probadores SEAT entran y salen 700 veces al día de coche para probar asientos
Un grupo heterogéneo de probadores profesionales (mujeres y hombres, altos, bajos, delgados o corpulentos) participan en ensayos en el que[…]
Un grupo heterogéneo de probadores profesionales (mujeres y hombres, altos, bajos, delgados o corpulentos) participan en ensayos en el que repiten el movimiento de entrar y salir de un coche 700 veces al día para probar la resistencia y el confort de los asientos antes de su fabricación.
Esos movimientos sirven "para simular la vida de un asiento durante cinco años", ha explicado el ingeniero responsable de las pruebas de asientos de SEAT, Javier García, en un comunicado.
Algunos de los probadores llevan vaqueros con remaches y botones en los bolsillos traseros o costuras reforzadas, "con el objetivo de asegurar la resistencia de la espuma y el tejido del futuro asiento, que además tiene que adaptarse a cualquier conductor", ha añadido.
Otro de los ensayos, que se lleva a cabo en el laboratorio, consiste en reproducir múltiples roces sobre los asiento.
Para ello, se simula la carga de un torso de 75 kilos y "durante 3 semanas, 24 horas al día, una máquina se encarga de realizar 22.000 ciclos de fricción, simulando movimientos cotidianos de un usuario de más de 100 kilos", ha detallado Javier García.
Después del ensayo, es "fundamental" evaluar cómo se recupera el asiento, comprobando que mantiene la apariencia y las propiedades iniciales, ha apuntado SEAT.
Otra prueba consiste en introducir dentro de una cámara el coche, para que vibre "con intensidad" y simular que circula por pavimentos irregulares.
Esto sirve para reproducir hasta 300.000 kilómetros de un uso normal del vehículo durante 225 horas seguidas, al mismo tiempo que se le somete a temperaturas que oscilan entre los 80º C y los -35º C.
"Nuestro trabajo consiste en evaluarlo antes, durante y después de la prueba para comprobar que sus características no han variado y que no tiene ni roturas ni daños", ha señalado García.
A -20 º C dentro del habitáculo, también se analiza cómo se comporta el asiento calefactable del modelo Arona; así, con una cámara termográfica, se registra cómo alcanza una temperatura confortable en 3 minutos y se llega a los 40º C tras 15 minutos, ha apuntado la marca.
Por último, Javier García y su equipo de ingenieros miden hasta 20 puntos en un asiento para comprobar la correcta ubicación del torso, la distancia al reposacabezas o el ángulo del fémur del conductor, con el objetivo de conseguir una posición del conductor "cómoda y segura".
Lo más importante, según García, "es la colocación de la cadera del maniquí que medimos con un láser o la posición de elementos como el reposacabezas, que son muy importantes para la seguridad de los ocupantes".
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