Nace el zumo de aceite de Conde de Mirasol, el mejor hojiblanca virgen extra
La quinta generación de la familia Gordón ha retomado el legado del conde de Mirasol para elaborar un aceite de[…]
La quinta generación de la familia Gordón ha retomado el legado del conde de Mirasol para elaborar un aceite de oliva virgen extra recolectado de manera manual y molturado con la tecnología más puntera con los frutos de la primera maduración de las cepas centenarias de la "Sicilia española".
Esta mañana, en el corazón de la Subbética cordobesa, las almazaras familiares de la calle Cervantes, en pleno centro de la localidad de Rute y que próximamente se convertirán en un museo, han acogido la presentación de un aceite de oliva virgen extra monovarietal hojiblanca.
Pero no se trata de un oro líquido cualquiera, ha explicado la doctora en Farmacia y directora del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de Cabra, Brígida Jiménez, sino de "un zumo de aceituna" que cuenta "con todas las propiedades organolépticas y nutricionales" de su pulpa, tales como las vitaminas E y D.
Este jugo de aceituna solo se consigue recolectando el fruto en su primer estadio de maduración, cuando el rendimiento es óptimo.
Pero el mimo y cuidado continua con una poda manual y el vertido en cajas de pequeña capacidad "para que el fruto no se dañe ni apelmace"; y en el batido y molturación final está la clave, pues se centrifuga la pasta de la aceituna por separado por un breve periodo de tiempo para que el jugo conserve todos los aromas.
El conde de Mirasol, Alfonso Gordón, la cuarta generación de propietarios de esta joya oleícola, ha confesado que le hace "muchísima ilusión" que su hijo haya retomado la industria tradicional del aceite desde que hace cinco años dejara su profesión para volver al campo y desarrollar un ambicioso proyecto con un no menos codiciado fin: "convertirnos en el mejor hojiblanca del mundo".
La almazara ruteña "Molino Nuevo" ya producía aceite a granel en 1805 y hace cinco años, Alfonso Gordón (hijo) aparcó su carrera profesional para dar el salto al aceite envasado que proviene de las cepas centenarias de 15.000 olivos de una finca familiar en pleno corazón de la Subbética cordobesa, cuyas tierras albarizas y clima la convierten en la "Sicilia española".
El molturado y envasado se realiza en una almazara con tecnología de última generación de la finca mañagueña "La Torre", que en esta primera cosecha va a embotellar solo 2.000 litros porque "para elaborarlo se seleccionan los frutos en el momento justo en el que la aceituna pasa de verde a negra".
Se va a poder encontrar la botella con un diseño en color negro elaborada por una empresa italiana que es en sí misma una obra artística, en tiendas gourmet.
Conde de Mirasol también trabaja para comercializar el producto fuera de España, dada la acogida que el aceite ha tenido en Japón, donde se ha presentado a concursos del sector.
Estados Unidos, Alemania e Israel son otros destinos donde se va a promocionar el aceite en sus concursos internacionales.
¿El secreto del éxito? "Experiencia de generaciones y la mejor maquinaria y técnicos", ha indicado Gordón como "la fórmula de conseguir el mejor aceite del mundo".
El resultado es un aceite afrutado de aceituna verde con aromas de la hierba recién cortada, a la hoja de olivo y que al gusto sabe a dulce con matices de almendra amarga, alcachofa y haba verde, con su picor final característico de la variedad hojiblanca.EFECOM
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